Anitta

La carta de amor al funk carioca de Anitta

Este viernes llegó finalmente a las tiendas “Funk Generation”, un trabajo con el que la brasileña quiere reivindicar sus raíces y se pone más personal que nunca

Por Álvaro García Montoliu

El camino para llegar hasta “Funk Generation”, el sexto álbum de Anitta, lanzado el viernes pasado, ha sido arduo. Primero tuvo que hacer frente a problemas de salud severos que incluyeron un diagnóstico erróneo de cáncer. Recientemente vio como el equipo de Sam Smith paralizaba su colaboración el inglés, que debía estrenarse para los carnavales de Brasil. También tuvo que retrasar el lanzamiento del disco un mes para no coincidir con el de Beyoncé. Pero el festín funk carioca ya está aquí y con él una Anitta en el mejor estado de forma. Antes de que presente este trabajo en Madrid y Barcelona, el 3 y 4 de julio, respectivamente, desgranamos las claves de un LP en el que la de Río tiene mucho que decir.

Dulce y abusada

Nacida en Río de Janeiro en 1993, Anitta empezó sus primeros pinitos en el mundo de la música cantando en el coro de la iglesia de pequeña. Ya en la adolescencia decidió profesionalizarse cantando en diversos eventos y fiestas y apareció en los radares brasileños desde tan pronto como 2012, cuando publicó su single de debut, “Meiga e Abusada”, un festín de dance-pop que llegó a musicar una popular telenovela de Brasil. Rápidamente fue escalando hasta convertirse en una de las presencias más magnéticas de la escena de su país, con una música endiabladamente pegajosa y un estilo atrevido, como se certifica en “Show Das Poderosas”, un éxito viral que copó las listas de ventas cariocas. Ya en 2017 le llegó el turno de asaltar el pop internacional, primero con una colaboración con J Balvin en “Downtown”, y luego conectando con todo el mundo desde Madonna hasta Cardi B, pasando por Snoop Dogg o Maluma. Quizá lo que explique su éxito crossover es la capacidad de hermanar géneros como el pop, el reggaeton y el funk carioca en unas letras tan juguetonas como empoderadas. Anitta también ha hecho sus pinitos como actriz en series de televisión y cine, es muy activa en redes sociales y se ha mostrado muy concienciada en temas como los derechos LGBTQ+ y otros asuntos de justicia social.


Una experiencia cercana a la muerte como catalizadora del álbum

Después de entregar su álbum más ambicioso hasta la fecha, “Versions Of Me”, en 2022, un trabajo en el que Anitta explora las distintas facetas y mujeres que habitaban dentro de su compleja personalidad con colaboraciones con Cardi B, Ty Dolla $ign, Khalid, Maluma o Missy Elliott, parecía como si la brasileña fuese a comerse el mundo, pero una enfermedad autoinmune y una serie de diagnósticos erróneos que le metieron el miedo del cáncer en el cuerpo, lastraron su carrera. Durante cinco meses se sometió a toda clase de pruebas y tratamientos, empezó a pensar que se iba a morir y decidió que quería hacer un álbum para ella misma por si acaso eso fuese lo último que hiciese en su vida. “No me quería preocupar de cosas como si era bueno o no, si a la gente le iba a gustar o si iba a estar en los charts. Te puedes morir mañana. Y ya nada importa. Todos se olvidarán completamente de ti”, reveló a Rolling Stone. Y ahí, en la noche más oscura del alma, fue como se plantó la primera semilla de este “Funk Generation”.


La chica de Ipanema

Ahora que ya conocemos el impulso creativo detrás de “Funk Generation”, toca abordar sus influencias musicales, bastante evidentes, por otro lado, con ese elocuente título. Más aún si tenemos en cuenta que el pasado verano lanzó un EP, “Funk Generation: A Favela Story”, que ya daba buenas pistas de por dónde irían los tiros en su sexto álbum. El maxi incluía tres vídeos que capturaban la vibrante vida de Río y confirmaban que en, esta nueva etapa, Anitta quería volver a conectar con sus raíces de una manera más profunda y personal. “Mi nuevo proyecto es muy especial porque significa mi intención de crear un álbum de funk internacional, algo con lo que siempre he soñado. Es gratificante ver que el funk es ahora una fuente de inspiración y arte en la escena musical mundial, un género con valor, premios y admiración”, explicaba en un comunicado. Además, añadía que el LP encarna todos los matices de este género musical 100% brasileño que ha dado forma a su trayectoria personal y artística. “El funk está arraigado en la cultura de quienes viven en las favelas brasileñas, de donde yo procedo, y a menudo ha sido injustamente juzgado como carente de valor artístico, incluso asociado al crimen organizado. Refleja el clasismo y el racismo que persiguen a nuestra sociedad. Pertenezco a una generación que abrazó el ritmo, salió de las favelas y conquistó Brasil”.


De Brasil al mundo

“Funk Generation” es un disco radicalmente orgulloso de ser brasileño y, para ello, Anitta se ha hecho rodear de toda una serie de colaboradores y productores cariocas de prestigio contrastado. Pero consciente de que es una estrella crossover que se debe a un público global, aquí ha querido apelar tanto a su base de fans panamericana como internacional. No es, eso sí, un disco cargado de featurings de relumbrón como el anterior, “Versions Of Me”, pero las pocas que hay se hacen notar. De hecho, el single final no fue otro que “Double Team”, un huracán de canción que le ve unir fuerzas con el rapero puertorriqueño Brray y Bad Gyal, con quien ya conectó en el pasado en “Bota niña”. A la fiesta funk también se une Sam Smith en “Ahí”, un track que, como hemos dicho, casi estuvo a punto de no salir. En el plano de producción, también figura en la hoja de créditos el DJ americano Diplo, uno de los artistas que más ha hecho por tender puentes entre culturas en el marco de la música electrónica.


Foto: Bravin

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