“Something Beautiful” es la ópera pop de Miley Cyrus
Analizamos el nuevo álbum de Miley Cyrus, “Something Beautiful”, en cinco claves
Si algo no se le puede negar a este icono millennial es voluntad de experimentar y, por el camino, redefinir los contornos del mainstream. En el recién publicado “Something Beautiful” se rodea de grandes músicos alternativos para edificar un exuberante ciclo de canciones sobre transformación y pérdida. Exploramos las claves del lanzamiento, otro giro (relativamente) inesperado de la exchica Disney que decidió no hacer siempre lo que todos le pedían.
1. El camino hasta aquí
“Something Beautiful” es solo el último capítulo (hasta la fecha) en un proceso de reinvención bastante constante. Tras darse a conocer de adolescente con la serie “Hannah Montana” y sus muy vendidas bandas sonoras, empezó a dar señales de rebeldía en el dance-pop “Can’t be tamed” (2010), pero lo más salvaje estaba por venir. “Desde luego, no fui creada en un laboratorio”, dijo el año pasado en su discurso de agradecimiento al premio Leyenda Disney. “Y si lo fui, debió haber algún fallo en el sistema que hizo que funcionara mal en algún punto entre los años 2013 y 2016. ¡Lo siento, Mickey!”.
2013 fue, por ejemplo, el año en que se marcó un controvertido twerking con Robin Thicke en los MTV Video Music Awards (del que Jay-Z se reiría en “SomewhereinAmerica”); 2015, el de su salto de cabeza a los sonidos experimentales con “Miley Cyrus & Her Dead Petz”, disco gratis de 23 temas grabado en connivencia con Wayne Coyne y otros miembros de Flaming Lips. ¿Qué piensa Mickey de estos atrevimientos?
2. El concepto
La continuación de “Endless Summer Vacation” (2023), el disco del megahit “Flowers” (aquí sin un claro equivalente), es una especie de ópera pop (con su preludio, con sus interludios) en torno a temas de (claro) transformación, curación y la belleza que puede contener la oscuridad. En entrevista con 'Harper's Bazaar' el año pasado, Cyrus pintó el disco como una especie de “The Wall”, de Pink Floyd, “solo que con mejor vestuario, más glamuroso, y cargado de cultura pop”. Desde luego, la artista gana en temas de estilo a Gilmour o Waters. Ya en la imagen de portada, que lleva la firma del fotógrafo Glen Luchford, vemos a la artista vestida con un traje de Thierry Mugler de 1997, el mismo que lleva en el vídeo de “Prelude”.
3. Un sonido ecléctico
Como buena ópera pop, “Something Beautiful” empieza con un “Prelude”, y uno bastante espectacular, con sintetizadores marca M83, voces spoken word y, finalmente, un saxo aromático. Justo después, el tema titular se mueve en terrenos de neo-soul hasta que, llegado el estribillo, se convierte en rock con extra de distorsión. “End Of The World” parece su homenaje a ABBA en un momento en que muchos y muchas parecen estar redescubriéndolos: recordemos, por ejemplo, el single “Happy World” de Debbii Dawson. El disco contiene también trazas funk (“Easy Lover”, con sus referencias a Chaka Khan), hi-NRG (“Walk Of Fame”, entre Bronski Beat, Frankie Goes To Hollywood y New Order), trip hop (“Pretend You’re God”) o trance-pop (“Reborn”).
4. Sus maravillosos aliados
El ingeniero y productor Shawn Everett (Kacey Musgraves) es su colaborador principal como coproductor ejecutivo, pero también está muy presente (en producción, composición, instrumentación de todo tipo) Jonathan Rado de Foxygen. Adam Granduciel, frontman de The War On Drugs, aporta su guitarra eléctrica en varios temas. Molly Rankin y Alec O’Hanley, de los grandes del indie pop Alvvays, aportan su grano de arena (y se nota) al éxtasis y la melancolía de “End Of The World” (“hagamos como si no fuera el fin del mundo”). Tobias Jesso Jr. figura en el grupo de compositores de “Golden Burning Sun”, canción con uno de los estribillos más emotivos del lote. “Walk Of Fame” no sería lo mismo sin Brittany Howard, de Alabama Shakes, en las voces y una guitarra que también suena en “Easy Lover”. Naomi Campbell trae su coolness perenne a “Every Girl You’ve Ever Loved”, especie de reelaboración del “Vogue” de Madonna que cuenta, además, con bajo de Flea de Red Hot Chili Peppers, saxo de Joseph Shabason (Destroyer) y batería de Joey Waronker (R.E.M., Atoms For Peace).
5. Experiencia visual
Al lanzamiento del álbum seguirá, con proyecciones internacionales a partir del 27 de junio, el de un “álbum visual” que firma la propia Cyrus con Jacob Bixenman, Brendan Walter y Panos Cosmatos, el director de “Mandy”, aquella emotiva y psicodélica “revenge movie” con Nicolas Cage armado de sierra mecánica. Curiosamente, la artista se había acercado al cineasta con hacer una especie de versión musical de la película, plan que, por desgracia, nunca llegó a coger forma del todo.
En lugar de hacer esta película, Cyrus pensaba hacer un curioso tour mundial con paradas en escenarios naturales apabullantes, “en todos los bosques y en las pirámides y todas estas cosas”, según explicó la artista a Zane Lowe. Fue Harrison Ford quien le quitó la idea de la cabeza en la ceremonia de Disney Legends del pasado verano. “Parece caro”, le dijo, algo que caló hondo en Cyrus, quien además sigue preocupada en mantenerse sobria y proteger su salud, esto último difícil de conseguir en el exigente frenesí de una extensa gira global.
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