Lil Nas X sigue provocando en su regreso con “J Christ”
El artista estadounidense se marca un controvertido comeback
Montero Lamar Hill, alias Lil Nas X, es amigo de la controversia, o como mínimo de la travesura consciente. Y sabía muy bien lo que hacía con su single y vídeo “J Christ”, empezando por un título que abrevia alegremente el nombre de Jesucristo. Aunque ya había incorporado motivos cristianos en el vídeo de “Montero (Call Me By Your Name)”, con el aparato audiovisual de su nuevo hit ha ido más allá y se ha apropiado directamente de la iconografía de la crucifixión y resurrección del Señor. Una imagen promocional compartida en Instagram causó la previsible furia de sus detractores, como la comentarista conservadora Candace Owens; es fácil también imaginar algún comentario al respecto en otro futuro especial de Dave Chapelle para Netflix.
Si los antifans de Lil Nas quedaron escandalizados con el vídeo de “Montero” por su supuesto componente de veneración al diablo, con este habrán tenido auténticos espasmos. Escrito y dirigido por él mismo, el videoclip muestra a Lil Nas, así es, crucificado cual Jesucristo, pero también dirigiendo a los animales al arca de Noé y navegando en medio del diluvio universal, o abriendo las aguas cual Moisés. Aquí no le hace un lap dance a Satanás, pero juega al streetball con él. Para, acto seguido, convertirse en animadora con falda y pompones.
Cada pequeño detalle lo hace todo más pecaminoso: el logo que usa ahora tiene, bien mirado, forma de culo, y puede aparecer impreso en hostias doradas en el merchandising. Pero, bien mirado también, todo es menos ofensivo de lo que puede parecer. Simplemente, Lil Nas está mostrándonos su propia visión del Otro Barrio, un mundo donde por fin podrá codearse con todos sus famosos favoritos: véase la colección de dobles (de Barack Obama, Mariah Carey, Oprah) que se pasean por estas imágenes insólitas.
Sea como sea, nuestro héroe se vio obligado a hacer aclaraciones con un vídeo colgado en X: “No pretendía burlarme. Esto no era un ‘Que os jodan. Que se jodan los cristianos’. Esto no era eso. Era más bien ‘estoy de vuelta como Jesús’. No soy la primera persona que se disfraza de Jesús. No soy el primer rapero, no soy el primer artista, y no seré el último”. Hacia el final del vídeo añadía una parte esclarecedora: “Me pusieron en esta Tierra para acercar a la gente y promover el amor”.
También hay una canción
La potencia del videoclip parece haber relativizado la efectividad de la canción, sostenida sobre un beat pianístico muy “HUMBLE.” (Kendrick Lamar) y elevada a la categoría de pop celestial por algunos giros melódicos serios. En su pegajoso estribillo, Lil Nas enumera preguntas que parecen hechas desde la perspectiva de admiradores y escépticos a la espera de los próximos movimientos del artista: “¿Está tramando algo que solo sé yo?/ ¿Está a punto de golpearles con la nota aguda?/ ¿Está a punto de darles algo viral?”.
El vídeo termina con una cita de la segunda Carta a los Corintios: “Por tanto, si alguno está en Cristo es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo”. Puede que a nivel musical “J Christ” no sea lo más original ni inesperado del mundo, pero como dice el citado versículo, esto es solo el comienzo.
¿Qué ha hecho desde “Montero”?
Revelado con el fenómeno country-trap “Old Town Road” (pocos han conseguido tanto con menos de dos minutos), Lil Nas X demostró ser más que un “one hit wonder” con la publicación del ecléctico e introspectivo álbum “Montero” en septiembre de 2021: un pequeño gran monumento de pop queer.
En 2022 nos regaló dos singles adicionales, uno crítico y otro más heroico, más feliz. Colaboración con YoungBoy Never Broke Again, “Late to da Party (F*CK BET)” era ya desde el título una furibunda respuesta a su falta de nominaciones en los premios BET a la excelencia negra de 2022, según dijo en Twitter por un “problema de homofobia en la comunidad negra”. En la portada, un hombre orinaba sobre un premio BET colocado en el fondo de un váter. Unos meses después, en septiembre, llegó la estelar “Star Walkin’”, himno del campeonato mundial de “League of Legends”. Su vídeo anime era una delicia.
“El año pasado fue tranquilo”, canta Lil Nas en “J Christ”, y la verdad es que poco hay que mencionar sobre su 2023. Bueno, en septiembre presentó en el festival de Toronto su documental “Lil Nas X: Long Live Montero”, dirigido por Carlos López Estrada (“Blindspotting”) y Zac Manuel (director de fotografía del documental “Time”, nominado al Oscar), que permite colarse entre bambalinas en su primera gira global.
La premiere con su participación se retrasó por una amenaza de bomba de alguien que tenía presuntamente a Lil Nas en su objetivo por ser negro y queer. Todo quedó en susto de mal gusto. Al parecer, el artista se mostró animado en el turno de preguntas y respuestas después de la proyección. Prometió experimentar con el folk y el funk brasileño, lo que invita a pensar en un segundo álbum, de nuevo, ante todo diverso; también ha sugerido una posible colaboración con Kesha o un acercamiento al góspel. Dijo que quería ir más allá del micro y, preguntado sobre las posibilidades de verle dirigir algo, contestó: “Bueno, hay una cosa que va a pasar”, quizá en relación a precisamente el vídeo de “J Christ”.
Pero quizá su mayor hit de 2023 fue aquel tuit importante e hilarante sobre su inminente nueva época y lo que, según se temía, no iba a cambiar en ella: “no voy a mentir quería reinventarme a mí mismo para esta siguiente era pero por desgracia todavía soy gay”.
Foto: Tanima Mehrotra
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