Pearl Jam

Las 10 mejores canciones de Pearl Jam

Pearl Jam han regresado con un estupendo disco de rock, demostrando que se encuentran en una nueva madurez realmente estimulante. Para celebrarlo repasamos sus diez mejores canciones

Por Diego Rubio

La banda liderada por Eddie Vedder contribuyó, junto a Nirvana y en menor medida Soundgarden, a llevar el grunge a las estaciones radiofónicas más comerciales y a las listas de éxitos, al imaginario popular, con lo bueno y malo que eso conlleva. Y los años les han visto evolucionar muy condicionados por el acierto y la frescura de “Ten”, su inconmensurable debut de 1991, muy incapaces en general de replicar sus virtudes y encaminando su trayectoria hacia el rock de estadios y, después, a la consolidación como leyenda viva del rock, a la altura de ídolos como Neil Young, Jimi Hendrix, Bruce Springsteen, Led Zeppelin o The Rolling Stones, a quienes siempre han tratado de emular en profundidad, ambición, escala e intensidad. Desde la publicación de “Lightning Bolt” en 2013 viven una especie de segunda madurez, reconciliados con su propio repertorio y con su lugar en el Olimpo rock, y han entregado grandes canciones tanto en “Gigaton” (2018) como en este recién estrenado “Dark Matter” que parece condensar el presente, deudor absoluto de su propio pasado, de una banda irrepetible. Para entenderlo buceamos en sus diez mejores canciones.

10. “Do the Evolution”

Abrazando la crudeza y el desorden sonoro de unos Stooges noventeros, “Do the Evolution” es una de las pocas –y siempre especiales– canciones de Vedder no escritas en primera persona, lanzada con un videoclip de animación en los albores del efecto 2000. Inspirada en el libro de ciencia ficción “Ishmael” según el cantante y compositor, habla de un loco que ha abrazado todos los desvaríos de la hipertecnologización: “It’s evolution, baby, come on! Do the evolution!”.


9. “Given to Fly”

Después de un disco muy irregular como “No Code” (1996), cuestionado desde todos los frentes, Pearl Jam quizá vivieron su primer gran punto de inflexión, pero lo resolvieron dando un salto definitivo en “Yield” (1997): su primer sencillo, lanzado a un par de días de la Nochebuena de 1997, fue esta “Given to Fly” en la que la épica llenaestadios de U2 se filtra hasta al último poro de los de Seattle. Con ella culminaron con esta canción su evolución hacia el mastodonte del rock comercial que todavía son hoy.


8. “Jeremy”

Vedder, poeta de los desheredados, quedó profundamente impactado con la historia de Jeremy Wade Dell, un adolescente de Texas que se pegó un tiro delante de su clase de inglés en 1991, y le dedicó esta canción que terminaría convirtiéndose en el tercer sencillo de “Ten” y todo un clásico en la discografía de Pearl Jam. Un vídeo oficial ligeramente censurado se emitió en la MTV cosechando un éxito apabullante, pero los equívocos a los que daba lugar sumieron a la banda en tal polémica que no volvieron a publicar un videoclip hasta el de “Do the Evolution”, para el que prepararon una pieza de animación.


7. “Even Flow”

Vedder se hizo muy famoso por trepar por las estructuras del escenario cuando tocaban esta canción en directo, toda una seña de identidad de la banda en los primeros tiempos. El tema en cuestión habla de mendigos y homeless, un problema cada vez más preocupante en los EEUU de la época, y está construido sobre un funk duro en la línea de otras bandas famosas en el espectro rockero de aquel tiempo como Guns N’ Roses, pero demuestra que Pearl Jam siempre quisieron, como Nirvana, ir un poquito más allá y dotar a su música de un signo mucho más político y comprometido con la realidad.


6. “Rearviewmirror”

Una tormenta de ruido, algunas de las mejores pistas de guitarra de toda la carrera de Pearl Jam y un ritmo espídico para huir del pasado, carretera y manta. Vedder mira por el retrovisor a todos sus traumas y enfrenta lo que será su vida desde entonces: un paseo por el Olimpo de las leyendas del rock. La canción no llegó a ser elegida como single de “Vs.” (1993), pero con el tiempo su importancia fue creciendo, llegando a poner nombre al primer recopilatorio de grandes éxitos de la banda.


5. “Daughter”

“Daughter” refleja como pocas canciones esa admiración –sobradamente demostrada a lo largo de los años– de Pearl Jam por la tradición más grandiosa del rock americano, de Neil Young a Tom Petty & The Heartbreakers, y de hecho en directo suelen terminar convirtiéndola hacia otras canciones, el famoso “Daughter tag”: de “Hey, Hey, My, My” –la primera vez que lo hicieron fue en honor a Kurt Cobain, días después de su muerte– al “Chaise Long” de Wet Leg. Un espacio que incluso les ha servido para introducir comentarios políticos, y que marca uno de los momentos más emocionantes de sus maratonianos conciertos.


4. “Yellow Ledbetter”

Realmente un clásico instantáneo, esta canción que se ha llegado a usar como himno antibélico no pasó el corte de “Ten” (1991), probablemente por su sencillez acústica y por su maleabilidad y versatilidad como canción. Pero precisamente por eso “Yellow Ledbetter”, lanzada como cara B de “Daughter” e interpretada por primera vez en un concierto en Madrid, se convirtió en prácticamente un estándar en los directos de Pearl Jam, todo una tradición en sus cierres: cambian la letra, introducen varios tags, le dan otro sonido, más ritmo, más emoción…


3. “Black”

La gran balada de “Ten”, un lamento melancólico por el amor perdido que al mismo tiempo es una canción siniestramente preciosa con dejes de blues y que demostraba que Pearl Jam no eran un grupo de grunge más, y que en cierto modo ellos entendían la música de una forma más tradicional. La banda se opuso a lanzarla como sencillo, pero eso no impidió que se convirtiera en un éxito radiofónico ni en una favorita absoluta de fans –y no tan fans–. Quizá es duro decirlo, pero Pearl Jam no han vuelto a estar nunca a este nivel de oscura emoción.


2. “State of Love and Trust”

En cierto modo esta canción fresquísima –y desprejuiciada en su aproximación al rock 90s– contribuyó a asentar el estándar del rock más frenético que arrasó en EEUU durante los primeros 2000, entre el emo y el pop punk. Su inherente vitalismo encajaba perfectamente con la película a la que sirvió como banda sonora, “Singles” (Cameron Crowe, 1992), que en su momento sirvió como catalizador mainstream para el movimiento grunge, que ya abandonaba definitivamente el underground y se asentaba como la nueva moda musical norteamericana.


1. “Alive”

Si fuiste –o si eres– un adolescente con guitarra eléctrica seguro que te sabes casi de memoria el solazo de “Alive”. La canción, de todos modos, es mucho, muchísimo más, y sirve como plantilla para entender cualquier gran tema de Pearl Jam: las estructuras que juegan con lo menor y lo mayor, el componente emocional, la ambición de rock de estadios, la energía transformadora. Un eufórico canto a la vida que modula a territorios que casi parecen reggae en su constante bamboleo rítmico, que no termina de chocar nunca con el manchurrón de pintura roja que le sirve como colchón. Un absoluto tiro, y a día de hoy todavía un inolvidable himno del rock and roll: la única condición para identificarte con él es que estés vivo.


Foto: Sony Music

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