Las diez mejores canciones de diciembre
Kali Uchis, Robyn y Jamie xx, FLO, Bill Callahan, Judeline y Dellafuente, 21 Savage y Drake, Fatboy Slim…
| Por Álvaro García Montoliu
Las canciones que aparecen aquí no buscan dominar playlists ni marcar tendencias, sino mostrar cómo el pop dialoga con el tiempo: lo estira, lo recicla, lo repliega sobre sí mismo. Robyn regresa tras siete años no con un himno inmediato, sino con “Dopamine”, reinterpretada por Jamie xx como un placer sostenido que se niega a estallar. Judeline, por su parte, cierra el año con “Tiempo Pasa”, donde la nostalgia no mira atrás, sino que se formula como una emoción plenamente contemporánea. Y diciembre también convoca a sus fantasmas: Fatboy Slim publica por fin “Satisfaction Skank” más de veinte años después, recordando una era en la que el mashup no era ironía, sino euforia compartida.
Kali Uchis - Muévelo
“Muévelo” es una canción que ha esperado su momento. Grabada durante la era “ORQUÍDEAS” y ahora impulsada por redes y directo, llega cuando Kali Uchis atraviesa su fase de consagración total. Tras una gira histórica, el tema se presenta como R&B sensual y contenido, sostenido por una voz que no necesita alzar el volumen para imponer presencia. Música festiva sin estridencias, segura de sí misma. Pop que se mueve porque sabe exactamente quién es.
Robyn - Dopamine (Jamie xx remix)
El regreso de Robyn tras siete años ya era significativo; el remix de Jamie xx convierte “Dopamine” en otra cosa: una meditación sobre el deseo como estado prolongado. Fiel a su estética de tensión contenida, Jamie evita el subidón obvio y opta por una progresión trance suave, con pads nebulosos y un breakbeat final que funciona como liberación anticlimática. Es música de club pensada para el recuerdo, no para el impacto inmediato. Pop electrónico que entiende el placer como espera.
Aleesha - HOE HOE HOE (Baddie Christmas)
Cada generación necesita profanar la Navidad a su manera, y Aleesha lo hace desde la ironía descarada y la lógica viral. “HOE HOE HOE” no es un villancico, sino su parodia funcional: una canción que reemplaza la moral familiar por el hedonismo autoconsciente. Aquí la Navidad no es recogimiento, sino antesala de la fiesta. Más que durar, el tema aspira a circular, replicarse y quemarse rápido. Pop diseñado para el presente absoluto.
Fatboy Slim - Satisfaction Skank
Publicada oficialmente décadas después de circular como mito DJ, “Satisfaction Skank” es big beat como documento histórico. En su día, este tipo de mashups no eran ejercicios de ironía, sino herramientas para incendiar pistas. Escucharla ahora es asistir a la formalización de una cultura rave previa a la era del archivo digital. La canción no suena nueva, ni lo pretende: su valor está en recordar que hubo un momento en que el exceso era radical. Más de 25 años, por fin sella la paz con Rolling Stones.
Bill Callahan - Lonely City
Callahan convierte la ciudad en un organismo emocional. “Lonely City” avanza sin prisa, con esa sensación de conversación improvisada que define su mejor obra. Es una canción sobre regresar a un lugar y descubrir que la relación ha cambiado. Frente a un pop obsesionado con la velocidad y la hiperconexión, Callahan apuesta por el peso del espacio y el tiempo. Música que no quiere gustar rápido, sino acompañar largo.
FLO - Recently Deleted
FLO entienden que el revival solo funciona si se actualiza emocionalmente. “Recently Deleted” se mira en el espejo del R&B de principios de los 2000, pero lo actualiza a una lógica contemporánea: el amor como archivo, la ruptura como intento fallido de borrado. Publicada como ‘regalo’ para fans en la edición deluxe de “Access All Areas”, la canción reafirma su identidad: armonías clásicas, dramatismo sin vergüenza y una narrativa femenina que reivindica la intensidad como fortaleza.
Judeline - Tiempo Pasa (con Dellafuente)
En “Verano Saudade”, Judeline consolida una poética propia donde tradición y sensibilidad digital conviven sin fricción. “Tiempo Pasa”, junto a Dellafuente, es el corazón emocional del proyecto: una reflexión sobre la nostalgia que no idealiza el pasado, sino que lo acepta como materia viva. La voz de Judeline flota, frágil pero firme, mientras Dellafuente aporta un contrapunto terrenal. Es pop español que mira atrás sin caer en el costumbrismo, consciente de que la memoria también puede ser futurista.
21 Savage - Mr. Recoup (feat. Drake)
Si “What Happened To The Streets?” no es el manifiesto político que su título sugiere, “Mr. Recoup” sí es un ejemplo perfecto del control estilístico de 21 Savage. Su voz plana, casi burocrática, convierte la violencia y la arrogancia en rutina. Drake aparece, pero no domina. Es rap como reafirmación de territorio, sin necesidad de evolucionar explícitamente. La coherencia, aquí, es la evolución.
Gorillaz - Damascus (con Omar Souleyman y Yasiin Bey)
Damon Albarn sigue creyendo en el pop como espacio de encuentro global. “Damascus” cruza dabke sirio y hip hop neoyorquino sin pedir permiso, con Omar Souleyman y Yasiin Bey aportando carisma y fricción cultural. Gorillaz siguen siendo una de las pocas marcas longevas capaces de convertir la colaboración en exploración real. No es exotismo: es movimiento.
Agorazein - 100k Pasos
Pocas canciones españolas recientes funcionan tan bien como cápsula temporal. Publicada en 2016, reactivada emocionalmente en 2025 y destinada a cantarse en 2026 con los conciertos del décimo aniversario de “Siempre”, “100k Pasos” es resistencia hecha canción. Caminar, avanzar, insistir: la metáfora es clara. No es nostalgia paralizante, sino memoria como motor colectivo.
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