Las 10 mejores canciones de 2025 (hasta ahora)
Addison Rae, Buscabulla, Ela Minus, PinkPantheress, Blood Orange, Gazella…
En un momento de caos mundial y de un goteo incesante de las peores noticias, nos queda la música para seguir creyendo en la raza humana. La idea de annus horribilis podría aplicarse fácilmente a 2025, pero no a su cosecha musical: lo difícil de hacer esta lista no ha sido elegir diez temas, sino quedarse solo con esa decena. Nostalgia bien entendida, distopías de ensueño, himnos de baile preapocalíptico… Canciones para entrar en bucles eternos.
Chloe Qisha – “21st Century Cool Girl”
Últimamente el periodismo musical consiste, en demasiados casos, en hacer caso a las estrellas pop más famosas y olvidarse de las que se tratan de abrir paso, que a menudo pueden tener mejores singles. La malasio-británica Chloe Qisha ha ocupado este año muchos menos titulares que, digamos, Lorde, pero en su EP “Modern Romance” hay cinco veces más hits que en “Virgin”. El mayor de todos, “21st Century Cool Girl”, especie de homenaje al legado de ABBA con actitud y sonido renovados. Ella se considera una perfeccionista y lo mejor es que se nota.
Blood Orange – “Mind Loaded (feat. Caroline Polachek, Lorde & Mustafa)”
Y hablando de Lorde, su trabajo más memorable de 2025 es, en nuestra opinión, esta balada pastoral e inquietante de Blood Orange, en la que su irrupción con ese simple “everything means nothing to me” eriza el vello de la mejor manera. En lugar de buscar una estructura pop canónica, Hynes se dedica a sumar ese y otros momentos fabulosos (ese drop de un beat trap hiperefectivo) para dejar al oyente sin respiración. ¿Y hemos dicho que Caroline Polachek y Mustafa completan el coro griego? De locos.
Gazella – “Cielo gris”
El grupo nacional con mejores referencias (y bien aprehendidas) del momento es Gazella, combinación inasible de shoegazing, electrónica, flamenco o rock. En su segundo disco, “Vías”, trabajan por igual songwriting y soundwriting en busca de la fascinación emotiva. Donde mejor la encuentran es en “Cielo gris”, hiperbalada de emotivos breaks y voces troceadas que suena como Julee Cruise liderando a Bicep. Lo que equivale un poco a decir que nada suena como ellos en nuestro panorama.
SASAMI & Clairo – “In Love With A Memory”
De vez en cuando, pero solo muy de vez en cuando, una collabo es incluso superior a la suma de sus partes. Sucede con “In Love With A Memory”, asombroso mano a mano entre SASAMI –infravalorada aventurera del pop alternativo reciente– y Clairo –mucho más conocida “it girl” contemporánea– que golpea emocionalmente sin descanso a través de sus diferentes fases, de ese arpegio synth inicial a ese estribillo que todo el mundo estaría tarareando en la calle en un mundo perfecto.
Ela Minus – “QQQQ”
“Que se acabe aquí”, repite una y otra vez Ela Minus, cantante y productora colombiana equidistante de techno y pop, en una canción que no querrías que acabara nunca. Nos habla sugestivamente sobre el fin de los tiempos, sobre la frustración ante el triunfo del sinsentido, el modo en que el mundo parece retroceder en tantos sentidos en lugar de avanzar del mejor modo posible. Apoyada en una producción potente, rugosa, densa, Minus propone una visión personalísima del himno house.
Buscabulla – “Te fuiste”
En su radiante disco “Se amaba así”, uno de los mejores que ha deparado el año, el dúo de origen portorriqueño explora el amor moderno y, sobre todo, su propio amor en busca de respuestas y, sobre todo, hits emocionantes. Como “Te fuiste”, hallazgo pop con un esqueleto rítmico hipnótico (ecos del “Ay qué pesado” de Mecano), sonidos sugerentes y una letra de recriminación y despecho defendida por Raquel Berrios con paradójico empuje lúdico. Hay que seguir a todas partes a Buscabulla, como también a la venezolana Musiana, que participa en la composición.
Addison Rae – “Aquamarine”
En el primer álbum de Rae hay hits para dar y tomar, pero quizá la propuesta más irrechazable sea este corte de pulso deep house como salido del “Ray Of Light” de Madonna. Según ha explicado la artista, se trata de un intento (exitoso) de hacer una canción que contenga la belleza del color (y la palabra) aguamarina. Grandes figuras han dado su aprobación al tema: Lady Gaga lo usó en un vídeo de TikTok y Arca lanzó una remezcla llamada, claro está, “Arcamarine”, de ritmo ralentizado y atmósfera oscura.
billy woods – “Corinthians (featuring Despot and El-P)”
Pasan los años, se suceden los proyectos y sigue habiendo pocos productores mejores para crear un ambiente distópico que El-P. Aquí ha cedido a billy woods un beat fácil de imaginar en aquel emblemático “Fantastic Damage” (2002): es todo embrujo, terror y siempre agradecible (tensa) épica cinematográfica. El sonido adecuado para un corte sobre la vida moderna como un triste espectáculo que, casi siempre, nos dedicamos a observar sin tratar de (o no poder) cambiar. “Cuando giras la espalda, caníbales secretos se relamen los labios”.
Marie Davidson – “Fun Times”
“El tiempo pasa tan lentamente”, cantaba Madonna en “Hung Up”. Marie Davidson tira también de tic tac y reflexión sobre el tiempo en su respuesta tardía a la Reina del Pop, tanto o más pegadiza que el clásico citado. “El tiempo nunca va a volver” es el leitmotiv de “Fun Times”, alucinante banger electro-pop coproducido por los hermanos Dewaele (Soulwax) más inspirados desde el mítico “Nite Versions” (2005). Música para bailar sin dejar de pensar: hay que indagar en esa letra sobre la superficialidad de las relaciones modernas.
PinkPantheress – “Stateside”
De acuerdo, la nostalgia está sobrevalorada, pero a veces mirar al pasado con devoción puede dar buenos dividendos artísticos. La mixtape “Fancy That” (2025) es claro resultado de una fascinación por los dosmil y, en concreto, los sonidos que animaban por entonces las pistas de baile británicas, del UK garage al R&B pasando por el dance-pop último modelo. Su mejor canción recicla y revitaliza, en concreto, a Estelle (“American Boy”), Sugababes (“Freak Like Me”) e incluso Junior Senior (“Move Your Feet”), pero sin sonar tanto a bootleg como a canción enteramente nueva, a nuevo clásico que reciclar en el futuro.
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