Rauw Alejandro

El viaje sonoro al Caribe de Rauw Alejandro

Rauw Alejandro abre un nuevo capítulo en su carrera con su sexto álbum, “Cosa Nuestra: Capítulo 0”, una precuela que rinde homenaje al Caribe y a sus raíces afroboricuas. Entre la bomba, la plena, la salsa y la bachata, Rauw combina tradición y modernidad para reafirmar su identidad artística sin abandonar el pulso urbano que lo ha llevado a la cima

| Por Marta España

En apenas seis discos, Rauw Alejandro ha pasado de ser la promesa del reguetón melódico a consolidarse como uno de los arquitectos más inquietos de la música latina contemporánea. Dos veces ganador del Latin GRAMMY y cuatro veces nominado al GRAMMY anglo, el artista puertorriqueño no se conforma con repetir fórmulas: su carrera es un constante movimiento entre géneros, épocas y narrativas. Tras el éxito global de “Cosa Nuestra”, inspirado en la estética mafiosa de la Nueva York setentera, llega ahora “Cosa Nuestra: Capítulo 0”, una precuela que desplaza el foco hacia el Caribe como territorio cultural, político y sonoro.

El álbum, compuesto por 14 temas, se erige como un homenaje contemporáneo a los ritmos afrocaribeños: bomba, salsa y bachata conviven con R&B, perreo y electrónica. Así, construye un manifiesto en el que afirma que el Caribe no es un adorno en la música urbana, sino el origen y el motor que alimenta toda su energía.


1. Un Caribe plural y sin fronteras

Desde la apertura con “Carita Linda”, el primer adelanto del trabajo, el proyecto se declara como una carta de amor a la herencia afroboricua. Ese tema, con su cadencia neo-bomba (género musical oruindo de Puerto Rico), ya había alcanzado el número uno en varias listas. Pero Rauw no se limita solo Puerto Rico: en sus propias palabras, “el Caribe es una sola nación”, y el disco lo confirma. Cuba, República Dominicana, Jamaica y Haití están presentes en las texturas, los acentos rítmicos y la narrativa de las canciones. “GuabanSexxx”, con su mezcla de house, bomba y plena, es un ejemplo claro de ese mestizaje, ancestral y moderno a la vez. Además, la canción está inspirada en la diosa taína Guabancex. Otros cortes como “Caribeño” (con Saso) refuerzan esa visión de comunidad pancaribeña donde los géneros fluyen y se entrecruzan.


2. La apuesta inédita por la salsa y la bachata

Uno de los aspectos más comentados del disco es la incursión de Rauw en géneros como la salsa y la bachata con los que, si bien ya había coqueteado anteriormente, ahora son la columna vertebral de su proyecto. “Callejón de los Secretos”, junto a Mon Laferte, y “Mirando al Cielo”, producida con Nino Segarra y su hijo Dímelo Ninow, son piezas que demuestran respeto por la tradición pero también vocación de presente. La voz de Rauw, acostumbrada al fraseo del reguetón y el R&B, se acomoda sorprendentemente bien en la clave salsera, aportando un matiz de frescura sin traicionar la raíz. En el caso de “SILENCIO” una bachata con el aval de Romeo Santos en la producción, conecta de inmediato con el canon dominicano.


3. Entre el perreo y la experimentación

Aunque el corazón del disco late con ritmos tradicionales, Rauw no abandona del todo el terreno que lo catapultó a la fama. Canciones como “Buenos Términos”, “Contrabando” (con Wisin y Ñengo Flow) o “Nostalgia de Otoño” retoman su ADN urbano, mezclando perreo, trap latino y R&B futurista. “Cosa Nuestra: Capítulo 0” busca tejer una narrativa cohesionada donde tradición y modernidad se sostienen mutuamente.


4. Colaboraciones estratégicas

El álbum refuerza su diversidad con su elenco de colaboradores: además de Mon Laferte, Ñengo Flow y Wisin, aparecen voces emergentes como Jey One, De La Rose y Saso. Por otra parte, “Santa”, con Rvssian y Ayra Starr, conecta con la dimensión global de Rauw, fusionando dancehall y afrobeat en un corte que amplía aún más las coordenadas del proyecto.


5. Capítulo 0: un concepto narrativo

Más allá de lo sonoro, el disco funciona como una precuela conceptual de “Cosa Nuestra”. Si aquel evocaba la mitología mafiosa y la elegancia del traje a rayas, este nuevo capítulo coloca al Caribe como personaje central. Rauw lo define como una saga que necesitaría veinte discos para contarse entera: un relato sobre raíces, memoria, emigración y comunidad. Rauw no se limita a mirar al futuro de la música latina; también se permite mirar hacia atrás para reinterpretar las raíces. Con “Capítulo 0”, reafirma que su “cosa” es, efectivamente, la comunidad latina.




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