pablopablo

La intimidad y el desamor según pablopablo

En “canciones en Mi”, su álbum de debut, pablopablo da rienda suelta a su particular visión de la canción de autor.


| Por Diego Rubio

Después de irrumpir en la música prácticamente de la nada con el apellido de Jorge Drexler y como una de las piezas claves de la mastodóntica gira “Sin cantar ni afinar” de C. Tangana, donde a efectos prácticos hacía las veces de Alizzz, pablopablo presenta su álbum debut como una especie de tratado sobre su momento vital que apenas llega a los 40 minutos, pero que logra desplegar a través de su metraje una forma, desdibujada, casi onírica, contrastante y ligeramente rococó de entender canciones sencillas, pequeñas, directas y herederas de la forma y fondo de la canción de autor. Lo analizamos.


Homenaje a su guitarra

En la portada del disco, Pablo aparece un poco disociado sujetando su fiel guitarra, con la que dice haber compuesto la práctica totalidad del disco. Tiene todo el sentido, y es una de las principales razones de que todas las canciones hayan terminado siendo en Mi mayor, una tonalidad que sale muy natural desde este instrumento. La idea original era llamar así al disco, de hecho, pero C. Tangana tuvo una idea mejor: si estas canciones salen de dentro y son tan íntimas… ¿por qué no hacer el juego de palabras y llamarlo simplemente “canciones en Mi”? Y así llegamos al debut de pablopablo, que funciona tanto como coming of age como diario de madurez, sacudido por el desamor y los cambios. “Siempre te quiero a veces” prácticamente culmina con un borrón de guitarras un trabajo que se despereza al piano, y en el medio está toda la tormenta emocional.


Juegos vocales

En “Dónde estás!”, después de una intro a piano muy sutil, Pablo suelta un grito algo estridente, que choca en general con la sensibilidad engolada del disco, más apegada a un falsete boniveriano. Ha contado que fue una idea de Taylor Skies de Jockstrap, con el que compartió piso durante sus años de Universidad en Londres, cuando se codeaba con la gente de Black Midi o de Black Country, New Road: el músico, tan fan de los contrastes en sus propios proyectos, inspiró a Pablo a la hora de abrazar cierto feísmo, cierta disonancia y cierto error, y canciones como “Tú te dabas cuenta?”, que coquetea con el jazz pero desde el extrañamiento, lo dejan bastante claro.


Pastoral globalizada

Quizá lo más interesante de “Canciones en Mi” no sea, valga la redundancia, sus canciones, sino los detalles que las unifican: en general el enfoque preciosista y barroco de los últimos Vampire Weekend aparece en el disco, pero siempre parece encontrarse con un modo de entonar muy deudor de la canción latina, del bolero y de la gran balada. En “eso que tú llamas amor”, pequeña genialidad con la colaboración inestimable de Ralphie Choo y del ídolo mexicano Carín León, Bon Iver parece haberse puesto tierno después de pasarse de tequilas; y en “Vida Nueva”, Sufjan Stevens se cuela en las fórmulas del nuevo pop urbano español como convirtiéndose en Guitarricadelafuente. Ese es el modelo de cantautor en el que se ha formado Pablo, pero el hecho de convivir prácticamente toda su vida con uno de los más importantes de la genealogía latina alternativa marca un trasfondo del que seguramente nunca será capaz de desprenderse del todo.


La sombra de Jorge es alargada

Hijo del maestro uruguayo Jorge Drexler, y poca más explicación hay que dar, a Pablo no solo le persigue la forma de escribir y de cantar de su padre, sino el fantasma de ser un nepobaby con la vida resuelta, una “privilegiada plataforma” y estudios en las escuelas musicales más prestigiosas de Londres. En “Las tuyas”, para clausurar el disco, hace un juego sobre el tema exagerando la situación, planteando un cierto lado oscuro y, finalmente, optando por el humor: “Papá, toqué mis canciones, pero no ha funcionado ninguna. La próxima vez que me llamen voy a tocarles las tuyas”. Negar que es más fácil dedicarse a una frivolidad como la música desde una posición de privilegio es de necios, pero también lo sería negarle a Pablo las grandes ideas con las que ha terminado salpicando su debut. Seguramente si la norma en los nepobabies se pareciera más a esto el mundo sería un lugar un poquito mejor.




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