Shawn Mendes

Shawn Mendes regresa con su vulnerable nuevo disco

La estrella pop canadiense está de vuelta finalmente con “Shawn”, nuevo disco de sonido elemental y desnudo

| Por Juan Manuel Freire

La estrella pop canadiense, todo un fenómeno en redes sociales, dejó en shock a sus fans cuando canceló casi toda la gira de su exitoso “Wonder” para centrarse en mejorar su salud mental. En la carretera desde la adolescencia, necesitaba un paréntesis de oxígeno. Le tenemos de vuelta finalmente con “Shawn”, nuevo disco de sonido elemental y desnudo. Analizamos el regreso en cinco claves.

1. Camino de depuración

En septiembre de 2021, Mendes anunció una gran gira de presentación de “Wonder” (2020), su cuarto número uno consecutivo en Estados Unidos, que recorrería Norteamérica, Reino Unido y Europa e incluiría hasta sesenta y cuatro fechas. Iban a acabar siendo más de ochenta, pero solo llegó a hacer un total de siete. Adujo motivos de salud mental; era incapaz de sobrellevar el reto de la carretera y necesitaba encontrar algo parecido a la estabilidad.

Le llevó tiempo sentirse fuerte para hacer música, pero poco a poco fue volviendo a ello y empezó a dar forma a “Shawn”. Todavía no ha anunciado nueva gira, pero ya tiene varios festivales en su agenda de 2025. De hecho, ya le hemos visto de vuelta en algún escenario, como el pasado septiembre en los MTV Video Music Awards, en los que se marcó una encendida “Nobody Knows” con ciertos rastros de Jeff Buckley.


2. El giro de sonido

Mendes llevaba girando desde la adolescencia, después de haber emergido como estrella en la olvidada plataforma de microvídeos Vine. Durante una década, se vio metido en una vorágine que no le permitía la opción de reflexionar. El artista no pudo (o en su momento no quiso) separar su vida profesional de la personal: de ahí que su historia de amor con Camila Cabello casi pudiera seguirse a través de su repertorio, sobre todo en su famoso hit conjunto “Señorita”.

El Mendes que suena en “Shawn” parece el producto de una temporada de terapia, maduro, tranquilo, con un sonido poco o nada complicado que espejea el brillo de una mente algo más despejada. Para inspirarse, escuchó mucho folk de los años sesenta y setenta: Joni Mitchell; Crosby, Stills & Nash; John Denver. El brillo de blockbuster pop da paso a las guitarras rootsy, la lap steel, el violín o una mandolina servida por el maestro Chris Thile. Lo que no cambia (ya se ve en la misma portada) es la manía de Mendes de ir por el mundo a pecho descubierto.


3. Letras de nueva transparencia

“Shawn” es un disco de afán confesional ya desde la inicial “Who I am” (“Quien soy”), en la que recuerda su decisión de parar en seco (“lo siento, he de hacerlo, he de decepcionaros”) y por qué la tomó (“no sé realmente quién soy ahora mismo”). En otro de los temas destacados, “The Mountain”, parece revelarnos partes de su terapia: “Hice un viaje a la montaña/ Hice un viaje al mar/ Di un sorbo de la fuente/ Me tomé una pastilla para ser libre”. Pero si una canción ha dado conversación, esa es “Why Why Why”, que parece girar sobre su ansiedad y una ruptura hasta que aparece esa alusión, según ha dicho auténtica, a un susto de embarazo: “Pensé que iba a ser padre/ Me sacudió por completo, todavía soy un chaval/ A veces todavía llamo a gritos a mi madre”.

“Sentí como si hubiera cruzado un gran umbral”, dijo Mendes a Apple Music sobre la nueva sinceridad de su música. “Creo que resulta muy liberador el simple hecho de estar en un espacio donde he hecho eso como compositor. Ahora me siento más libre para hacer lo mismo como ser humano”.


4. Averiguando su sexualidad

Antes de presentar la citada “The Mountain” en un concierto en Colorado el 28 de octubre, Mendes se refirió a su sexualidad mientras presentaba una canción: “Estoy tratando de averiguarla, igual que todo el mundo. A veces no estoy muy seguro y otras veces sí que lo estoy. Y es algo que da mucho miedo, porque vivimos en una sociedad que tiene mucho que decir al respecto”.

Mendes andaba en lo cierto y, por supuesto, sus declaraciones fueron ampliamente comentadas en las redes sociales, a veces sin ninguna clase de tacto. Ya en otras ocasiones se había quejado por las especulaciones sobre su sexualidad. En el concierto de Colorado dijo: “Siempre me ha parecido una gran intrusión en algo muy personal para mí. Algo que estaba tratando de averiguar, algo que tenía que descubrir y todavía tengo que descubrir”. En los últimos versos de “The Mountain”, se le oye cantar: “Puedes decir que me gustan las chicas o los chicos/ Lo que se ajuste a tu molde”.


5. Una elección de versión poco original

Como varios centenares de artistas con anterioridad, Mendes ha decidido grabar una versión del “Hallelujah” de Leonard Cohen; en su caso, quizá para celebrar que está llegando a algo parecido a la curación. Desde que su autor la publicara hace hoy casi cuatro décadas, esta balada épica ha pasado por las voces de muchos artistas ilustres. Fue John Cale quien dio nueva vida al tema en 1991 después de que la canción original no causara gran sensación en su día; una década después, en 2001, su inclusión en la banda sonora de “Shrek” dio un nuevo empujón de popularidad a la composición. Otra de sus versiones más conocidas, la que Jeff Buckley grabó en 1994, se inspira más en Cale que en Cohen.

¿Cómo quedaría el asalto de Mendes en un hipotético ranking de versiones? No en la parte más baja, donde sí encontraríamos las de MacKenzie Bourg en “American idol” o The Osmonds, pero tampoco en un Top 5 en el que sería más probable ver las de los citados Cale y Buckley, seguidos por, quizás, Bob Dylan, Regina Spektor y Willie Nelson.





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