Las mejores colaboraciones musicales de la historia
Os proponemos diez de las mejores colaboraciones musicales jamás escuchadas
En tiempos en que ya es casi extraña la canción de pop o rap mainstream sin algún featuring por medio, se nos puede olvidar que las colaboraciones musicales pueden ser algo especial e incluso histórico, y no ser tan solo el resultado de sinergias prefabricadas. Echad una oreja a las de aquí abajo, diez de las mejores nunca escuchadas, si queréis recordarlo. Hablamos de todos mayores que las sumas de sus partes.
1. “Ain’t No Mountain High Enough” (1967), de Marvin Gaye & Tammi Terrell
O cómo ponerse del mejor humor en un tiempo casi récord. Nadie como Gaye y Terrell, nada como sus voces de imposibles carisma y suntuosidad, para convencernos de los poderes curativos del amor, de la fuerza extra que adquirimos tan solo sabiendo que hay alguien que nos necesita y espera. Su lista de grandes duetos soul no acaba aquí: también están “Your Precious Love”, “Ain’t Nothing Like The Real Thing” o “You’re All I Need To Get By”, todos ellos compuestos, como nuestra collabo número uno, por Nick Ashford y Valerie Simpson, superhéroes soul que, sin salir de Motown, trabajaron también con Gladys Knight & The Pips o Diana Ross, cuyos “Ain’t No Mountain High Enough” (con y sin The Supremes) también son la gloria.
2. “Fairytale Of New York” (1988), de The Pogues feat. Kirsty MacColl
Clásico de culto navideño donde los haya, esta balada con aromas de folclore irlandés es una montaña rusa de emociones, primero melancólicas, cuando mandan piano y cuerdas, y luego de júbilo, en cuanto el personaje masculino, encarnado por Shane MacGowan, da paso al femenino, una Kirsty MacColl acompañada de toda la banda. Él es un apostador ebrio y ella, cantante, tampoco se separa mucho de la botella. Esta no es su mejor Navidad, pero él le asegura que hoy ha tenido la suerte de su vida y que el nuevo año será grande para los dos. Quieres creértelo, pero nada de lo que dice suena del todo auténtico, lo que tan solo añade emoción al conjunto. MacGowan grabó, además, notables colaboraciones con Sinéad O’Connor o Nick Cave.
3. “Islands In The Stream” (1983), de Kenny Rogers & Dolly Parton
Cuando la fiebre anti-disco (casi) acabó con ellos, The Bee Gees se centraron en componer hits para otros. En un principio, “Islands In The Stream” iba a ser un tema soul compuesto a medida de Diana Ross (o Marvin Gaye, según dijo Robin Gibb en alguna entrevista), pero acabó siendo el dueto country-pop por antonomasia y uno de los mayores éxitos en las carreras de sus (maravillosas) voces. Se titula como la primera novela póstuma de Hemingway, “Islas a la deriva”, pero esto no va de ningún pintor enfrentado a la soledad, sino de lo que significa estar justo al lado de la persona a la que has buscado toda la vida.
4. “Bonnie And Clyde” (1968), de Brigitte Bardot et Serge Gainsbourg
La historia de los forajidos Bonnie y Clyde ha dado pie a, como mínimo, tres hitos de la cultura pop. Está la película de Arthur Penn de 1967, impulsada por su protagonista masculino Warren Beatty, acompañado aquí por una no menos icónica Faye Dunaway. Y un año después de este título clave del Nuevo Hollywood llegaba este dueto legendario del pop francés, tema titular de todo un disco grabado a dúo por B.B. y Gainsbarre. La has oído en multitud de películas y series y versionada por múltiples artistas. ¿El tercer hito? “‘03 Bonnie & Clyde”, primera colaboración musical de Jay-Z y Beyoncé, su revisión del “Me And My Girlfriend” de 2Pac.
5. “Don’t Give Up” (1986), de Peter Gabriel & Kate Bush
El tercer single de “So” (1986), disco de consagración popular de Peter Gabriel (ex Genesis), fue este dueto sublime con la maestra del art-pop Kate Bush. Y aunque en días de ruido como los de ahora, sería algo impensable, esta balada medio silenciosa alcanzó en 1986 puestos altos en las listas británicas (pasó once semanas en el Top 75) e incluso españolas. Su mensaje de resiliencia, de no rendirse, caló hondo en muchas personas, incluyendo Matthew Perry, que la tenía como himno de cabecera; sonó en su funeral en noviembre de 2023. En los noventa fue recuperada por Willie Nelson con Sinéad O’Connor, y una década después por Alicia Keys con Bono.
6. “All Of The Lights” (2010), de Kanye West
Aunque no aparezcan acreditados como featurings en el álbum “My Beautiful Dark Twisted Fantasy” (2010), Rihanna, Kid Cudi, Fergie o, en menor medida, Alicia Keys o Elton John contribuyeron a la enorme eficacia de este clásico de la era dorada de West. “All Of The Lights” era cegadora: esa fanfarria que da ganas de subir a un ring, aunque sea a hacer el ridículo; esos beats tan hiperactivos, casi a punto de tropezarse consigo mismos y perder toda entereza; el rabioso, carismático flow de un Ye que todavía tenía el mundo a sus pies. Una historia de hogar roto desdoblada en reflexión sobre la fama, pero ante todo, un banger para volverse loco en el club.
7. “Manhattan (First We Take Manhattan)” (1996), de Morente & Lagartija Nick
Si hay una referencia seminal para el neofolclore que viene animando la escena española de los últimos años, ese debe ser el sensacional “Omega” del heterodoxo cantaor Enrique Morente en colaboración con la banda rock Lagartija Nick. Y su punto álgido es, sin discusión, esta versión nada aplicada del “First We Take Manhattan” de Leonard Cohen, que pasa de elegante medio tiempo synthpop a tenso duelo entre la cálida guitarra de Cañizares y las cuchilladas eléctricas del grupo con nombre de tema de Bauhaus. Colaboración, además, con una jovencísima Estrella Morente cuya voz dolía hondo, sobre todo en un puente que invitaba a soñar con una secuela oculta de “Omega” protagonizada por ella.
8. “Where The Wild Roses Grow” (1995), de Nick Cave And The Bad Seeds & Kylie Minogue
En los últimos años, Cave se ha convertido en todo un sanador de almas, un oráculo existencial para los aquejados por la pérdida, pero hubo un tiempo en que lo suyo podía ser más bien el terror, las baladas de asesinato del nivel de “Where The Wild Roses Grow”. Inspirada en la tradicional “Down In The Willow Garden”, cuenta la historia de un hombre que corteja a una mujer y después aprovecha una salida juntos para asesinarla. Cave interpreta en la canción al asesino; Kylie, a su víctima. Lo que por entonces podía parecer una unión contra natura resultó ser un matrimonio hecho en el cielo.
9. “Get Lucky” (2013), de Daft Punk feat. Pharrell and Nile Rodgers
El mayor comeback de la historia no es el que últimamente sale en las noticias, sino este himno disco-pop cocinado a seis manos por tres genios en lo suyo. No era la primera vez que Daft Punk y Pharrell coincidían: The Neptunes, el dúo de producción de Pharrell con Chad Hugo, remezcló “Harder Better Faster Stronger”, y los franceses colaboraron con N*E*R*D en “Hypnotize U”. Acompañados del fabuloso guitarrista y cofundador de Chic, pulieron un diamante melódico y sónico que, once años después, todavía se puede escuchar en bucle sin que asome el tedio. En 2024 es casi imposible oír canciones producidas con este nivel de esmero.
10. “Numb/Encore” (2004), de Jay-Z & Linkin Park
Incluso los alérgicos al nu metal han de admitirlo: este mash-up de hits de Linkin Park y Jay-Z, “Numb” y “Encore”, respectivamente, es una pequeña bomba. De hecho, se puede decir que es lo que Mike Shinoda nació para hacer. En sus inicios como productor experimentó juntando canciones de Jay-Z con cortes grunge e industriales, así que recibir un correo del rapero con una propuesta colaborativa debió marcarle de por vida. La idea era producir varios mash-ups o bootlegs para un programa de MTV basado en esa técnica al alza, pero decidieron grabar en estudio en lugar de solo mezclar las pistas ya preexistentes. El EP resultante, “Collision Course”, tuvo críticas tirando a tibias o negativas, pero “Numb/Encore” acaba de superar los mil millones de escuchas en Spotify. Hay motivo.
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