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Los mejores 10 solos de guitarra de la historia

Conoce nuestra selección de los 10 mejores solos de guitarra de la historia. Clásicos que revolucionaron la historia del rock y siguen inspirando a generaciones.

| Por David Sequeda

Aunque sea una práctica que ha caído bastante en desuso, sobre todo a partir de los años noventa, cuando la erupción del rock alternativo cambió el canon dominante, el solo de guitarra es uno de los momentos estelares, el que marca el mayor lucimiento pirotécnico de los guitarristas más virtuosos. Suele asociarse, sobre todo, al hard rock, y tuvo su momento de mayor popularidad en los años setenta y ochenta. A continuación, te proponemos una lista descendente de los más aclamados solos de guitarra de todos los tiempos, para la que nos hemos basado en los ránkings de diversas revistas especializadas en el instrumento de las seis cuerdas, como ‘Guitar World’, ‘Guitar Player’ y ‘Guitar Metrics’.

10. “Sultans OF Swing” (1978) - Mark Knopfler

Fue la canción que dio a conocer a los británicos Dire Straits, en su álbum homónimo de 1978, pero en aquella primera versión registrada lo que se intuía como un solo final de su vocalista y guitarrista principal, Mark Knopfler, quedó amputado con un fade out. Donde sí se lució fue en el álbum en directo “Alchemy” (1984), en el que la canción se extiende por encima de los diez minutos, secundada por una excelente base rítmica. A partir del minuto 4:50, Knopfler arranca, se pausa en unos pasajes más evocadores y se va acelerando progresivamente sin perder el alma. En el vídeo se puede comprobar que toda esa virguería la toca sin púa.


9. “Sweet Child O’ Mine” (1987) - Slash

El primer gran hit de “Appetite For Destruction”, el álbum de debut de Guns N’ Roses en 1987, es, en realidad, más conocido por el riff inicial circular de Slash. También influye en ello que, al publicarla como single, la canción se editó para hacerla más radiofónica y la parte sacrificada fue, precisamente, el solo de guitarra. En la versión del álbum, este se extiende desde el minuto 3:35 hasta el 4:38, que es el momento en que Axl Rose comienza a cantar la coda final con “Where do we go now”. El vocalista protestó enérgicamente. “Mi parte favorita de la canción es el solo de Slash. Es la parte más ‘heavy’. No hay ninguna razón para eliminarla salvo crear más espacio para los anuncios”, declaró en su momento a Rolling Stone.


8. “All Along The Watchtower” (1968)- Jimi Hendrix

“All Along The Watchtower” es un tema de Bob Dylan, que apareció en su álbum de 1967, “John Wesley Harding”. Hendrix era un gran fan de él, y muy rápidamente decidió grabar su propia versión, que se incluyó en el doble “Electric Ladyland”, de 1968, y que muchos consideran superior a la original. El suyo dista de ser el típico solo de guitarra, pues, en lugar de apelar al exhibicionismo, lo que busca es la exploración sonora con texturas y efectos de corte psicodélico. Como bien dijo uno de sus biógrafos, Peter Doggett, el guitarrista –y productor– utilizó todos los recursos del estudio de grabación para evocar las tormentas y la sensación de pavor narradas por Dylan, creando un paisaje sonoro con eco. Podéis comprobarlo entre los minutos 1:45 y 2:50.


7. “Bohemian Rhapsody” (1975) – Brian May

El primer single del cuarto álbum de Queen, “A Night At The Opera” duraba 6 minutos y sigue siendo la canción más exitosa del rock sinfónico, aunque el vocalista Freddie Mercury la pensó como una parodia de las óperas. Se compone de seis partes, y el solo de guitarra, que discurre entre los minutos 2:37 y 3:05, es la tercera. Una parte, en realidad, breve, que hace de interludio entre la balada comenzada por Mercury y la sección más operística. Brian May compuso el solo como una melodía que sirviese de contrapunto a la principal, y lo retuvo en su cabeza antes de interpretarlo porque “los dedos tienden a ser predecibles salvo que los guíe el cerebro”. El guitarrista comienza en sol mayor y luego bascula hacia el do mayor antes de cortar el solo abruptamente. Para la grabación, por cierto, utilizó un solo canal, y se mezcló de modo que se acentuase la dimensión más heavy de su sonido.


6. “November Rain” (1991) – Slash

La canción más ambiciosa compuesta por Axl Rose nació, en realidad, antes que su primer álbum, “Appetite For Destruction”. Se habla de una versión inicial de 18 minutos, de la que Slash siempre renegó porque no le gustaba nada esa idea de una balada sinfónica desmesurada bajo la influencia de Elton John. Al final, accedió a participar en la grabación definitiva, la que se registró en su álbum “Use Your Illusion I” (1991), y aportó un solo que fue completamente improvisado. En realidad, se puede considerar que hay tres solos en la extensa canción, el principal (inmortalizado en su videoclip con pose rockera sobre la arena y melena al viento), que arranca en el minuto 4:11 hasta el 5:00, luego reaparece entre el 5:28 hasta el 5:53, y el solo final, ya a tope de épica y con la orquesta de fondo, que discurre desde el 7:26 hasta el 8:40. La sublimación de la power ballad del hard rock en su máxima expresión está aquí.


5. “Free Bird” (1973) – Allen Collins

El tema más emblemático de la banda de rock sureño Lynyrd Skynyrd apareció en su álbum de debut homónimo, en 1973. El guitarrista Allen Collins compuso el atronador solo que aparece en la parte final del tema (a partir del minuto 4:56 y hasta el 9:00 en la versión del disco) para dar un poco de descanso a su vocalista, Ronnie Van Zant, en sus directos, ya que la banda solía hacer varios pases durante un mismo día. A las cadenas de radio no les gustó ni la extensión ni un final que parecía “como de estar puestos de LSD en plan salvaje”, pero la banda nunca accedió a acortar el tema con fines comerciales. En sus conciertos, el solo se extendía aún más, como demuestra la versión que aparece en el álbum en vivo “One More From The Road” (1976), donde Collins lo desarrolla durante 8 minutos.


4. “Hotel California” (1976 ) – Don Felder y Joe Walsh

El tema estrella de “Hotel California”, el álbum y la canción más recordada del grupo de rock estadounidense Eagles, fue musicalmente compuesto por su guitarrista principal, Don Felder, inicialmente como un instrumental. Luego fue terminado con las letras y las voces de Don Henley y Glenn Frey, pero su principal particularidad es que el solo final, de 2 minutos y 12 segundos, lo interpreta Felder junto al otro guitarrista de la banda, Joe Walsh. Ambos se van turnando en la guitarra principal hasta que, en el minuto 5:39, los dos confluyen armónicamente hasta el fade out final. El duelo de guitarras (uno tocaba una Fender Telecaster, otro una Gibson Les Paul) tardó tres días en ser grabado ante las dificultades para que ambas se ajustaran con precisión.


3. “Eruption” (1978) – Eddie Van Halen

El segundo corte del álbum de debut homónimo de Van Halen (1978) era este tema instrumental, en realidad, un solo de su guitarrista, Eddie, que popularizó la técnica del tapping (una forma de presionar las cuerdas sobre el mástil utilizando los dedos de las dos manos, que utilizarían prácticamente todos los ‘guitar heroes’ del heavy metal en la década de los ochenta). La versión del disco dura 1 minuto y 42 segundos, pero, en directo, el guitarrista llegó a extenderlo por encima de los 12 minutos. Tanto en el disco como en sus conciertos, Van Halen gustaba de fusionarla con una versión asalvajada de “You Really Got Me”, de The Kinks.



2. “Comfortably Numb” (1979) - David Gilmour

“The Wall”, undécimo álbum de Pink Floyd, fue una ambiciosa ópera rock que surgió de la cabeza del vocalista y letrista Roger Waters. Su tensión creativa con el guitarrista David Gilmour empezó a hacerse, en esta época, más palpable que nunca y, de hecho, dice este último que “Comfortably Numb” –uno de los temas centrales del disco– fue la última vez que se produjo un entendimiento musical entre los dos cabecillas del grupo. Son dos los solos de guitarra que contiene el tema. Para componerlos, Gilmour unió piezas de varios solos en los que estaba trabajando y se quedó con sus fragmentos preferidos. A ellos añadió pedales de efectos de delay y distorsión. El primero de los solos, más suave y meditabundo, discurre entre el minuto 2:04 y el 2:34. El segundo, un poco más agresivo, entre el 4:30 y el 6:10 hasta deshacerse en un fade out. El contraste de ese sonido eléctrico con el fondo orquestal grabado por el productor Bob Ezrin confiere a la canción la sensación que su propio título indica (“Cómodamente entumecido”).


1. “Stairway To Heaven” (1971) – Jimmy Page

El tema más popular en la carrera de Led Zeppelin, y una de las baladas de rock más reconocidas de la historia, formó parte de “Led Zeppelin IV” (1971). Con letra del vocalista Robert Plant y música del guitarra Jimmy Page, consta de cuatro secciones: una inicial que es una balada folk con guitarra acústica de doce cuerdas, otra eléctrica y lenta desde la entrada de la batería, el solo de Page (que discurre entre los minutos 5:34 y 6:44) y un desenlace en forma de hard rock acelerado. Lo grabó con una guitarra que le había dado Jeff Beck (otro héroe del instrumento, con quien él había coincidido en The Yardbirds) y se dice que registró tres solos improvisados y le costó mucho decidir cuál era el que finalmente figuraría en la canción. A la hora de componerlo, buscó que su sensación recreara la de un orgasmo (¡nada más “guitar hero” que eso!) y, en su traslación al directo, la tocaba con una guitarra de dos mástiles para poder pasar con facilidad de una sección a otra. Os dejamos con el vídeo de su legendaria interpretación en vivo en el Earls Court de Londres en 1975.





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