David Bowie

Música marciana: ¿Cómo sonaría “Life On Mars?”, de David Bowie, en Marte?

Analizamos este fenómeno paranormal

“Is there life on Mars?”, se preguntaba David Bowie en su tema “Life On Mars?” del álbum “Hunky Dory” (1971). Es una de las grandes cuestiones a las que intenta responder la especie humana, y la investigación espacial está cada vez más cerca de allanar el terreno para averiguarlo. La exploración en Marte comenzó en la década de 1960 y continúa hoy en día con misiones como Mars 2020 o ExoMars.

Pero no son las únicas dudas que pueden nutrir nuestra curiosidad. Como melómanos también podemos preguntarnos por la música en el planeta rojo y en el espacio. ¿Hay sonido en otros planetas? ¿Sería posible dar un concierto en la Luna? ¿Cómo se escucharía “Life On Mars?” en Marte? Más allá de lo que nos pueda venir a la cabeza basándonos en lo que hemos absorbido de la ciencia ficción, veamos –y escuchemos– qué dicen la ciencia y la exploración espacial.

¿Hay sonidos en la Luna? ¿Y en Marte?

Antes de viajar a Marte, quedémonos un poco más cerca. ¿Pudieron escuchar algo Neil Armstrong y Buzz Aldrin cuando caminaron por la Luna en 1969? Más allá de las transmisiones de su compañero Michael Collins que les llegaran dentro del casco, no, porque el sonido –las vibraciones de las partículas– necesita un medio material para propagarse y en el satélite de la Tierra no lo hay. “Para tener sonido en el ‘aire’ se necesita una atmósfera, y en la Luna no se puede escuchar nada porque no hay atmósfera”, nos indican desde la Agencia Espacial Europea (ESA).

Como no hay atmósfera, “silbar, gritar o cantar no sirve de nada en la Luna porque la señal no llega del remitente al receptor”, especifica Ruth Lazkoz, doctora en Física Teórica y profesora en la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU). Ni en la Luna ni en el espacio porque, como rezaba el cartel de “Alien, el octavo pasajero” (Ridley Scott, 1979), en el espacio nadie puede oír tus gritos.

En cambio, en Marte sí que hay atmósfera, y por tanto hay un medio en el que el sonido se puede propagar. ¿A qué suena el planeta rojo? Perseverance, un todoterreno espacial robotizado de la misión Mars 2020 del Programa de Exploración de Marte de la NASA, tiene incorporados dos micrófonos y ha grabado sonidos allí por primera vez. Se puede escuchar el viento en Marte, y también ha recogido cómo suena el helicóptero Ingenuity mientras sobrevuela el planeta y el ruido que hace el propio Perseverance al avanzar por la superficie.

Pero la atmósfera de Marte es completamente diferente a la nuestra. “Sí hay sonidos, pero todo es muy distinto y sorprendente porque los gases de ese medio están en proporciones radicalmente distintas. Por ejemplo, en la Tierra tenemos un 4% de dióxido de carbono y en Marte un 95%”, explica Lazkoz. No solo la composición química es diferente, también la densidad y la temperatura. “La atmósfera de Marte es cien veces menos densa que la de la Tierra y tiene -63º de media en la escala Celsius”, detalla la profesora de Física Teórica. Todo esto tiene efectos en el funcionamiento del sonido y en cómo se escucharía una canción en Marte.

¿Cómo habría sonado un concierto de David Bowie en Marte?

Si la atmósfera de Marte es menos densa, más fría y tiene más dióxido de carbono que la nuestra, ¿entonces cómo se escucha allí el sonido?

Para empezar, los graves y los agudos son distintos. “La molécula de dióxido de carbono es más pesada que el oxígeno o el nitrógeno que tenemos en la atmósfera terrestre. Como es más pesada, las señales de alta frecuencia se propagan menos, los graves se propagan mejor y los agudos peor, y el sonido llega como filtrado”, explica Guillem Anglada-Escudé, doctor en Astrofísica e investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC). Esto ocurre hasta tal punto que, “a distancias lo suficientemente grandes, prácticamente solo nos llegarían los sonidos graves”, añade Lazkoz.

También sería distinta la intensidad. Como la densidad de la atmósfera marciana es menor que la terrestre, “la onda que viaja en Marte mueve menos partículas, menos cantidad de masa, y entonces el efecto o intensidad no es tan marcado”, detalla Lazkoz. Eso se traduce en que “el sonido en Marte es 20 dB más tenue”. Así que allí habría que estar mucho más cerca de la fuente del sonido para oírlo al mismo volumen que en la Tierra; difícil un concierto multitudinario.

Por último, la baja temperatura afecta a la velocidad. “A temperaturas tan bajas, a las partículas les da mucha pereza moverse, por así decirlo, y el movimiento pasa más despacio de unas partículas a otras”, describe la investigadora de la UPV/EHU. La velocidad del sonido en Marte es de unos 240 m/s frente a los 340 m/s de la Tierra. Así que allí la velocidad del sonido es distinta y una canción tardaría en llegarte un poco más si lo comparamos con nuestro planeta.

Para entender, lo mejor es escucharlo, y podemos porque en esta web la NASA ofrece un simulador que transforma nuestro sonido en la Tierra a cómo lo oiríamos en el planeta rojo. Así suena “Life On Mars?”, de Bowie, en Marte.

"Life on Mars?" de David Bowie: cómo suena en la Tierra vs cómo sonaría en Marte

Como se puede apreciar, “los agudos se transmiten menos y quedan como mitigados”, y todo suena “más bajo y apagado, como si estuvieras en una cueva o en un túnel”, describe Anglada-Escudé. David Bowie en Marte suena más atenuado, menos Bowie, pero podemos reconocerle.

“Life On Mars?” no es la única canción inspirada por el espacio exterior. Este es un tema recurrente en la música, como en “Mr. Spaceman”, de The Byrds, “El astronauta”, de Zahara, “Starman”, también de Bowie, “El astronauta que vio a Elvis”, de Love Of Lesbian, o “Serenade”, de Steve Miller Band. De esta canción tienen una versión los murcianos M Clan, “Llamando a la Tierra”. ¿Cómo sonaría una voz en español en Marte? Así.

"Llamando a la Tierra" de M Clan: cómo suena en la Tierra vs cómo sonaría en Marte

A todo esto, como recuerda Anglada-Escudé, estamos fantaseando con la posibilidad de estar en la superficie de Marte sin casco espacial para experimentar el sonido en esa atmósfera, cosa que, en realidad, no sería posible para un ser humano: como hemos visto, más del 95% es dióxido de carbono y la cantidad de oxígeno es ínfima. “En Marte no te puedes exponer a la atmósfera y poner el oído fuera porque durarías menos que la canción”, compara el investigador. Así que hasta aquí –por ahora– nuestros sueños de montar un festival de música marciana en el planeta rojo.

¿Podríamos escuchar música en otros planetas?

Hemos hablado de Marte, pero ¿y Mercurio, Júpiter, los anillos de Saturno? Como podemos deducir, antes de nada dependerá de si hay atmósfera. Si no hay, olvídate del sonido. Si hay, dependerá de sus características, composición química, densidad y temperatura. Y todo esto varía mucho de un planeta a otro.

Por ejemplo en Venus, “por su alta temperatura se produce una densa niebla que bajaría nuestra voz media octava y además la modificaría generando algo parecido a los graznidos del Pato Donald”, nada más y nada menos, explica Ruth Lazkoz.

En cambio Titán, “la luna de Saturno que es el medio más parecido a la Tierra del sistema solar, tiene una densidad un 50% mayor que la Tierra, pero es mucho más fría”. Por tanto, en dicho satélite “el sonido viaja más despacio pero tiene más volumen”.

¿Le gustaría a un extraterrestre nuestra música? ¿Y a nosotros una canción compuesta en la atmósfera marciana?

Ante tal variedad de escenarios y formas distintas en las que el sonido se puede propagar y escuchar, también podemos preguntarnos si entonces cambiaría la forma de componer música. Sigamos imaginando: si la pregunta de Bowie de si hay vida en Marte tuviera respuesta afirmativa, ¿nos gustaría la música creada por un marciano y su guitarra marciana?

“Si alguna vez conocemos a habitantes de otros planetas no solo tendremos dificultades para entender su lengua, sino para que nos agrade su música, porque habrán evolucionado para que les seduzcan otras intensidades, tonos y timbres”, responde Lazkoz. Para hacernos una idea con una situación similar en la Tierra, “es lo mismo que nos ocurre con el canto de las ballenas, que está adaptado a un medio con distinta densidad y es por eso en parte que nos suena tan raro”, explica.

Pero no solamente sería una cuestión de gusto, también de limitaciones físicas. “Igual solo oirías el bombo de la batería o los agudos porque el resto en tu atmósfera no se propaga. Quizá ni siquiera oiríamos nada porque estaría compuesta a una frecuencia más alta que la de tu oído, como ocurre con los perros. Lo mismo pasaría con una especie que se ha desarrollado en otra atmósfera con otra densidad y otras propiedades”, aventura Guillem Anglada-Escudé.

Hasta que los viajes espaciales turísticos se conviertan en una realidad y, quién sabe, lo próximo sea disfrutar de un concierto en la superficie de Marte, ya podemos imaginar cómo sonaría la música en otros planetas. Aunque, de momento, el mejor ejemplo es esta versión insuperable de “Space Oddity”, de nuevo del interestelar David Bowie, cantada por el astronauta canadiense y comandante Chris Hadfield mientras estaba a bordo de la Estación Espacial Internacional. Ground control to Major Chris… You’ve really made the grade.



Escrito por Patricia Ruiz Guevara || Montaje de David Bowie sobre el Monte Sharp de Marte, imagen tomada por el rover Curiosity (crédito NASA/JPL-Caltech/MSSS)

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