AITANA

Las 10 mejores canciones de Aitana

Este listado con las diez mejores canciones de Aitana demuestra que la barcelonesa siempre ha entendido el pop como crónica fragmentada de un mundo hiperconectado

| Por Álvaro García Montoliu

Aitana no es simplemente una estrella surgida del laboratorio de “Operación Triunfo”; es una de las narradoras más confiables de la Generación Z, una artista que captura la colisión entre la intimidad emocional y la exposición digital, entre el legado melódico del pop español y las texturas globalizadas del siglo XXI. Su discografía es un tapiz de rupturas viscerales, himnos de liberación y experimentos entre lo comercial y lo personal, reflejando una era de contradicciones. Este ‘top ten’ traza su evolución desde una concursante vulnerable hasta una voz que reconfigura el pop con cada giro.

10. Gran Vía (con Quevedo)

“Buenas Noches”, de Quevedo, es el disco que es gracias a sus colaboraciones. Y nunca mejor que “Gran Vía”, donde Aitana brilla explorando el amor clandestino en la arteria madrileña. “Sé que lo menos que querías era enamorarme, pero ya es tarde”, cantan, en un juego de indirectas y deseo que golpea duro. Es una balada urbana de tira y afloja, un reflejo de relaciones que se esconden bajo las luces de la ciudad, y una muestra de su versatilidad en un paisaje sonoro en mutación.


9. Ni Una Más

Aitana canaliza su compromiso feminista en “Ni Una Más”, un himno en ciernes presentado como maqueta el 8-M. Con un altavoz de más de dos millones de seguidores, esta canción prometió dar un paso más allá de “Lo Malo” en su narrativa de lucha. Es un gesto raro y valiente, un llanto que subraya su rol como artista consciente, tejiendo el pop con un mensaje que trasciende el entretenimiento.


8. Las Babys

Con un sample del “Saturday Night” de Whigfield, “Las Babys” muestra a Aitana abrazando el dembow, la fiesta sin complejos y, claro, la fiebre por los samples del dance noventero. Dedicada al baile, la amistad y la soltería, esta pista dividió opiniones: un “guilty pleasure” para unos, un paso atrás para otros. Pero en su simplicidad radica su fuerza: es un canto a la diversión pura, un recordatorio de que la música no siempre necesita ser profunda para ser liberadora.


7. Quieres (con Emilia y Ptazeta)

Como buena estrella del pop del siglo XXI, Aitana por supuesto que debía tener su hit urbano. Ese es “Quieres”. Junto a Emilia y Ptazeta, teje un tema que fusiona pop y ritmos contemporáneos con una actitud desenfadada. Es una colaboración que destila tendencia, un reflejo de su habilidad para adaptarse y brillar en el cambiante ecosistema musical, como si estuviera probando el sabor del futuro.


6. Los Ángeles

“Los Ángeles” marca un giro hacia lo electrónico y lo sensual, y punto álgido tercer álbum “alpha”. Con un estribillo que estalla como un relámpago –“Cuanto más me comes, más me gusta”– Aitana desafía las críticas a su evolución artística. Es una canción de provocación y desarraigo, un paisaje sonoro que vibra con la energía de una ciudad ficticia, como si estuviera cantando desde los márgenes de la realidad.


5. Formentera (con Nicki Nicole)

Un billete sin escalas a la isla homónima, “Formentera” une a Aitana con Nicki Nicole en un torbellino bailable que definió los últimos veranos. Las texturas tropicales y la química vocal crean una fantasía de evasión, un hit que nos arrastra a la pista con la promesa de un horizonte sin fin. Es el pop como máquina de sueños, un reflejo de nuestro deseo colectivo de huir lo más lejos posible.


4. “Mon Amour” (Remix con Zzoilo)

“Mon Amour” es Aitana en modo hiperpop veraniego, un destello de dulzura y ligereza junto a Zzoilo. La letra, fresca y juguetona, parece diseñada para cantarse mil veces bajo el sol, un himno que captura la efervescencia de la viralidad digital. Es un recordatorio de que el pop puede ser un escape sin pretensiones, una burbuja de alegría en un paisaje saturado de ruido.


3. “+ (Más)” (con Cali y El Dandee)

Con Cali y El Dandee, Aitana entrega una de sus cumbres creativas: un pop-rock expansivo que destila anhelo y euforia. Aunque no alcanzó el número uno, su resistencia en listas sugiere un clásico en gestación. Es el sonido que define su segundo disco, un puente entre la energía visceral del rock y la precisión melódica del pop, como si estuviera reclamando más de un mundo que siempre promete pero rara vez cumple.


2. Vas a Quedarte

Una balada que desentierra el desamor con una delicadeza casi arqueológica, “Vas a Quedarte” es Aitana en su estado más puro. La guitarra acústica y su voz, al borde del quiebre, tejen un lamento que podría arrancar lágrimas dependiendo de cómo te sientas. Es un ejercicio de vulnerabilidad que trasciende el cliché romántico, un eco de las grandes baladas de los 90 reimaginado para una audiencia que vive sus emociones en tiempo real a través de pantallas.


1. Lo Malo (con Ana Guerra)

El grito primigenio de Aitana, “Lo Malo”, es un artefacto pop que trasmuta el fracaso eurovisivo en un triunfo cultural. Junto a Ana Guerra, desde la Academia de “Operación Triunfo”, defendieron un himno de consentimiento –“Yo decido el cuándo, el dónde y con quién”– que se convirtió en la canción del verano de 2018. Con cinco semanas en el número uno y un remix con Greeicy y TINI que supera los 100 millones de reproducciones, es su tema más vendido, un reggaetón empoderado que marcó un hito en el streaming español y sigue resonando como un grito de autonomía.


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