bandas sonoras

Bandas sonoras de películas cantadas por artistas y grupos famosos

Del escenario a la gran pantalla: canciones de películas con voces que marcaron una época.


| Por Juan Manuel Freire

Sobre todo a partir de “El graduado”, en la que las canciones de Simon & Garfunkel jugaban un papel determinante, Hollywood empezó a repensar sus bandas sonoras y a convertirlas a veces en recopilatorios. E incluso cuando el score instrumental seguía mandando en la película, no faltaba un número vocal para coronar los títulos de crédito. Debajo, diez ejemplos famosos de temas de cine interpretados por artistas populares.


Bee Gees – “Stayin’ Alive” (Fiebre del sábado noche, 1977)

Se la suele utilizar con fines paródicos como símbolo de los 70, pero este clásico disco de Bee Gees no es ninguna broma. Ya la señalamos como canción clave de aquella década y aquí lo reiteramos: esa suma de perfecto bucle de batería, una línea de bajo contenida, el teclado de Blue Weaver o las armonías en falsete de los Gibb impele salvajemente a la pista. Igual que este tema podríamos haber incluido “Night Fever”, el sedoso baladón “How Deep Is Your Love”, “More Than A Woman” o “If I Can’t Have You”.


Blondie – “Call Me” (American Gigolo, 1980)

El genio disco italiano Giorgio Moroder quería que la cantara Stevie Nicks de Fleetwood Mac, pero las obligaciones contractuales de la artista lo hicieron imposible. La siguiente opción tampoco era mala: Debbie Harry, quien escribió la letra y grabó la canción con sus Blondie, aunque finalmente Moroder usó a gente de su confianza para percusiones, teclados y arreglos. ¿Un ultraje desdoblado en acierto? La canción es una catedral new wave y fue número uno en Estados Unidos y Reino Unido.


Diana Ross & Lionel Richie – “Endless love” (Amor sin fin, 1981)

Si algo puede salvarse de esta adaptación de un gran libro de Scott Spencer, es este suntuoso dueto entre Ross y Richie, compositor y coproductor del tema. La película ha pasado enteramente al olvido, al contrario que el mayor éxito en toda la trayectoria de ambos cantantes, cargado de una épica tranquila en la que tiene mucho que ver Gene Page, legendario arreglista de Motown. Intenta escucharla (una vez más) sin sentir la necesidad de dar un toque a quien más quieres. Es sencillamente imposible.



Bonnie Tyler – “Holding Out For A Hero” (Footloose, 1984)

Para épica, la de este trotón himno pop-rock con algo de remake del “Stark Raving Love” de su compositor y productor Jin Steinman. Es escuchar el riff de piano y tener ganas de hacer algo revolucionario, como por ejemplo, bailar a lo loco en un pueblo donde hacerlo está prohibido, como hacía Kevin Bacon en la película de la que proviene. Los que fuimos chavales en los 80 la recordamos también como tema principal de la efímera serie “Camuflaje”. De la misma banda sonora salieron, además, delicias como el tema titular de Kenny Loggins o “Let’s Hear It For The Boy”, de Deniece Williams.


Prince – “Partyman” (Batman, 1989)

Están muy bien los Batman de Nolan y Reeves, pero a ambos, no nos engañemos, les falta un poco de funk. Las canciones de Prince incluidas en la “Batman” de Tim Burton nos crearon unas expectativas de groove que aquellas películas no cumplieron. Tres de ellas eran, además de contagiosas, simplemente revientamentes: la fantástica “Electric Chair” y las dos que llegaron al número uno, el collage “Batdance” y la dedicada al Joker “Partyman”, también usada gloriosamente en “El último baile” para un popurrí de highlights de Michael Jordan.


Roxette – “It Must Have Been Love” (Pretty Woman, 1990)

Tras arrasar con los singles “The Look” y “Listen To Your Heart”, el dúo pop-rock sueco fue invitado a participar en la banda sonora de “Pretty Woman”, la película a la que Julia Roberts (y, en cierto modo, también Roxette) debe su carrera. En lugar de partir de cero, Marie Fredriksson (QEPD) y Per Gessle reutilizaron una power ballad de 1987 a la que extirparon las referencias navideñas. La segunda y más exitosa versión no fue la última: también hubo una country, una en español (“No sé si es amor”) y una orquestal.


Eric Clapton – “Tears In Heaven” (Hasta el límite, 1991)

Ya la incluimos en nuestra lista de “10 canciones para dedicar en el Día del Padre”. Y aquí la tenemos de vuelta por lo famosa y también lo buena que es. Se la debemos a Clapton, pero también al letrista Will Jennings, el mismo de “My Heart Will Go On”, canción de Céline Dion que bien habría podido aparecer en esta lista. La delicada balada puso banda sonora al thriller dramático “Hasta el límite”, pero es recordada sobre todo, quizás, como uno de los modos que tuvo Clapton de lidiar con el duelo por la muerte accidental de su hijo Conor.




Whitney Houston – “I Will Always Love You” (El guardaespaldas, 1992)

Dolly Parton debe estar orgullosa por la ubicuidad que consiguió su composición de 1973 después de ser interpretada por Whitney Houston para “El guardaespaldas”, la primera de sus (por desgracia) solo cinco películas como actriz. Pero no fue el original country, sino la versión aún más blanca de Linda Ronstadt de dos años después, la que enamoró a Houston después de que Kevin Costner se la hiciera escuchar. Hoy por hoy, es la primera canción en la que pensamos cuando oímos el nombre Whitney Houston o el concepto “balada romántica de cine”.


Eminem – “Lose Yourself” (8 millas, 2002)

Una canción que gusta a quienes no les gusta Eminem e incluso ningún otro rapero. Su punch rock y su gancho pop movieron a multitudes: doce semanas llegó a pasar en lo más alto de la lista Billboard Hot 100. Marshall Mathers la compuso entre rato y rato durante el rodaje de “8 millas”, para la que sirvió como tema principal. Resume todo el background de su personaje en el filme de Curtis Hanson, el rapero B-Rabbit, que es un poco como decir el del propio Eminem. Casi un cuarto de siglo después, golpea con la misma intensidad.



Lady Gaga & Bradley Cooper – “Shallow” (A Star Is Born, 2018)

La primera vez que oyes su estribillo en “A Star Is Born” no puedes evitar esbozar una cierta sonrisa. Ally (Lady Gaga) se lo presenta a Jackson (Bradley Cooper) como algo tentativo, sin formar, de una artista todavía por nacer del todo. Pero lo que sale de sus labios es claramente un estribillo moldeado por hitmakers e interpretado con chorro de voz por una cantante de técnica depurada. Acabada la película, oyes ese tema y no te ríes: solo te recuerda la tragedia de Jackson Maine.


Disfruta del 100% de las ventajas de SMUSIC haciéndote cliente Santander aquí