gracie abrams

Gracie Abrams, un fenómeno en expansión

La cantautora estadounidense Gracie Abrams no para de crecer en popularidad. Te contamos su caso en cinco claves.

| Por Juan Manuel Freire


En tiempo relativamente récord, esta joven cantante y compositora pop ha logrado amasar una legión de fans que celebran cada uno de sus movimientos y conocen hasta el último detalle de su biografía íntima, en parte gracias a unas letras de carácter confesional. Explicamos las cinco razones esenciales (del importante gancho de su ADN al indiscutible oficio en directo) de este tremendo fenómeno en expansión.


1. “Nepo baby” de primera

Al menos entre boomers, el origen familiar de Abrams es un claro gancho. Como bien es sabido, ella lleva esto del espectáculo en la sangre: sus padres son J. J. Abrams (impulsor de la serie “Perdidos”, firmante de películas de “Misión: Imposible”, “Star Trek” o “Star Wars”) y la también productora Katie McGrath; sus abuelos por parte de padre, Gerald W. Abrams y Carol Ann Abrams, fueron productores igualmente.

La pequeña Abrams dio pronto señales de sus habilidades: empezó a componer a los ocho años, cuando empezó a tocar el piano. Estaba llamada a dedicarse a la música, pero en 2018 se enroló en el Barnard College para estudiar relaciones internacionales. Su música puede ser, sobre todo, confesional, pero ella se ha pronunciado en las redes sociales sobre cuestiones de justicia social y políticas públicas; en concreto, es muy activa en cuestiones de derechos reproductivos y derecho al voto. Puede que ese lado comprometido también le venga de sus padres, que suelen apoyar públicamente a candidatos demócratas.


2. Influencias muy del momento

Abrams es conocida por un pop (cada vez menos) taciturno, de sutiles texturas electrónicas en el debut largo “Good Riddance” (2023) y ocasional empuje dance en “The Secret Of Us” (2024). Si no supieras que la estás escuchando, a veces pensarías que has puesto un disco inédito de Lorde: por momentos, como en “Gave You I Gave You I”, es su doble de voz.

La artista ha reconocido esa influencia, igual que la de Taylor Swift, a la que recuerda sobre todo en las melodías más serpenteantes y arrojadas: “I know it won’t work” en el debut, “I Love You, I’m Sorry” o, claro, “Us” (dueto con Swift) en la continuación. Además, su productor (y cocompositor) de confianza es Aaron Dessner, de The National, quien viene produciendo a Swift desde “Folklore” (2020). Otras de sus referencias, estas menos evidentes, son Joni Mitchell (que escuchaba de pequeña con su madre mientras tomaban el desayuno), Simon & Garfunkel, Elvis Costello, Elliott Smith, James Blake o Kate Bush.


3. Las rupturas siempre atraen

Tras fichar por Interscope en 2019, Abrams publicó los EPs “Minor” (2020) y “This Is What It Feels Like” (2021), seguidos por el álbum “Good Riddance”, inspirado por, entre otras cosas, su ruptura con el compositor y productor Blake Slatkin, su principal colaborador en los citados EPs. En el primero de aquellos había compuesto un tema sobre Slatkin: “I Miss You, I’m Sorry”. Su segundo álbum, “The Story of Us” (2024), incluía la secuela de aquella canción: “I Love You, I’m Sorry”, en la que se presenta a sí misma como villana de esta historia de amor con final amargo. “Fui una capulla, es lo que hay”, canta en pleno modo autoflagelatorio.

Ahora mismo, Abrams parece (feliz) novia del actor de moda Paul Mescal, casualmente exnovio de otra de sus influencias: Phoebe Bridgers, de quien en 2023 versionó en directo “I Know The End”.


4. Su imagen no molesta

La portada de “Good Riddance” mostraba a Abrams cabizbaja, entre tinieblas, la imagen desenfocada y doblada. Era una estética que conectaba con la penumbra del álbum. Pero el artwork de “The Secret Of Us” es claramente otra historia: Abrams ya no se oculta y pone su bello rostro, más que bien iluminado, en primer plano, como si ya fuera plenamente consciente de que su imagen es claramente un bonus.

Y no solo parece una modelo, sino que lo ha sido. En 2022 protagonizó campañas de Pandora y Tumi y en 2024 se convirtió en embajadora de marca de Chanel; a principios de este año la vimos con una gran variedad de looks en la campaña de precolección primavera/verano 2025, dirigida artísticamente por la mismísima Sofía Coppola y fotografiada por Craig McDean. ¿Acabará sumándose a alguna película de la directora de “Las vírgenes suicidas”? Desde luego, en el videoclip de “I Love You, I’m Sorry” muestra una fotogenia y un rango expresivo bastante poco habituales.


5. Oficio en directo

La carrera de Abrams habría sido distinta sin el apoyo de Olivia Rodrigo y Taylor Swift, quienes se la llevaron de telonera a sus giras de 2022 y 2023-2024, respectivamente. Las letras más íntimas imaginables, casi páginas arrancadas de un diario, se convertían en material coreado en estadios. Ella le cogió el gusto a las masas y hace poco terminaba una gira propia de grandes recintos y festivales.

La crítica ha quedado convencida de su oficio, aunque espera que en el futuro Abrams adquiera cualidades únicas que la distingan de sus más claros referentes. En “The Guardian”, Shaad D’Souza hablaba de una voz “sólida y apta para una gira”, pero también de que “es imposible escuchar a Abrams interpretar ‘I Love You, I’m Sorry’ y ‘Risk’ sin desear estar viendo a artistas muy superiores”. Jordi Bianciotto expresaba una opinión similar escribiendo sobre el paso de la artista por el Cruïlla en ‘El Periódico’: “Abrams cantó bien y comunicó, solo que a sus canciones les falta algo de carácter distintivo, que marque diferencias”. Queremos verla crecer.

Disfruta del 100% de las ventajas de SMUSIC haciéndote cliente Santander aquí