Sabrina Carpenter

El nuevo disco de Sabrina Carpenter, en cinco claves

Sabrina Carpenter acaba de lanzar su último álbum, “Man’s Best Friend”, otra colección de caramelos pop envenenados.

| Por Juan Manuel Freire

Poco más de un año después de “Short N’ Sweet” (2024), el disco que la catapultó definitivamente al estrellato global, la antigua estrella Disney tiene nueva referencia larga en la calle: “Man’s Best Friend”, otra colección de caramelos pop envenenados con letras tan lúdicas como francas. Analizamos el lanzamiento en cinco bloques, de su polémica portada a esos vídeos en forma de minipelículas.


1. La portada de la discordia

La imagen ha sido analizada y sobreanalizada: Sabrina de rodillas, en vestido mini negro, frente a un hombre que la agarra por el pelo y del que no vemos el rostro. En tiempos de puritanismo, la artista se atreve a explorar temas de sumisión, un concepto a menudo malentendido, según explicaba en entrevista con ‘Interview’: “La sumisión es a la vez dominante y sumisa. Depende de cuáles sean tus intenciones y lo que quieras, y lo que te apetezca, y lo que necesites”, decía en lo que parecía un diálogo sacado de “Babygirl”.

Pero el debate fue, por supuesto, encendido. La asociación contra el abuso doméstico Glasgow Women’s Aid la acusó de querer hacer retroceder al género femenino. Mientras tanto, la excelente periodista Adrian Horton celebra en “The Guardian” la vuelta de la provocación al pop mainstream. Incluso una vez lanzado el disco, con su puñado de canciones por descubrir, todavía se sigue hablando, sobre todo, de su portada. Y eso que Carpenter ha lanzado hasta tres variaciones más discretas, la primera de ellas incluso “aprobada por Dios”.



2. Instantánea de un momento

Según ha comentado en la misma entrevista con ‘Interview’, en este disco la oímos “pasando por la pérdida y el mal de amores y la celebración”. Es una imagen musical de cómo se ha encontrado en los últimos meses, con algo menos de seguridad de lo habitual y un poco más de vulnerabilidad. Lo que no significa que sus letras hayan perdido mordiente (auto)irónica. En el ya célebre single “Manchild” se fustiga a sí misma con alegría por elegir tan mal a los hombres: “Niñato/ ¿por qué siempre vienes corriendo hacia mí/ y te llevas todo mi amor?”. Algo más adelante, en “We Almost Broke Up Again Last Night”, escribe sobre su incapacidad para dejar a esos niñatos con mayor celeridad. Las cosas no se arreglan solo con sexo, pero ella prueba. También está enamorada del tipo equivocado en “My Man On Willpower”, sobre un hombre que no la adora lo suficiente: “Solía estar literalmente obsesionado conmigo/ De repente soy la chica menos buscada sobre la Tierra”.


3. Una instrumentación más rica

Carpenter ha compuesto los temas, como en su disco de consagración, con la hitmaker Amy Allen, a la que suelen sumarse Jack Antonoff y/o John Ryan. Estos últimos proveen una producción reluciente a más no poder, lustrosos trajes pop de ribetes disco, funk, R&B o country. La diferencia respecto a “Short N’ Sweet” es una mayor variedad de instrumentos e instrumentistas. Antonoff se ha traído a sus compañeros de Bleachers y a un colaborador habitual en sus proyectos (incluyendo el “GNX” de Kendrick Lamar), el maestro de las cuerdas Bobby Hawk. Además, Greg Leisz, un clásico de la guitarra lap steel, al que hemos escuchado en discos capitales de Daft Punk, Bon Iver o St. Vincent, se encarga en “Manchild” de guitarra y phin, un tipo de laúd tailandés.


4. ABBA en el corazón

Culpamos de que los artistas saquen disco tan rápido a la velocidad de los tiempos, pero en realidad esto ya era así cuando no existía Internet. Heroínas de Carpenter como Dolly Parton o Linda Ronstadt “lanzaban un disco de canciones cada año”, como recordaba la antigua Maya Hart en entrevista con ‘Rolling Stone’ el pasado junio. “Me decía a mí misma, ‘¿Cuándo dejamos de hacer eso?’ Los compositores componen, hacen música y publican música”.

Conocida fan de la música de los años setenta, Carpenter remarca en esta ocasión su amor por ABBA. La citada “We Almost Broke Up Again Last Night” remite melódicamente a “I’ve Been Waiting for You” y “Goodbye” tiene el trote de “Take A Chance On Me”, como bien señalaba Shaad D'Souza en 'Pitchfork'. ¿Detectaremos a The Blue Nile en el disco que, si sigue con esta productividad, debería publicar el próximo año? Últimamente, según explicaba a ‘Interview’, ha estado oyendo mucho a esta leyenda sophisti-pop escocesa, quién sabe si por influencia de Taylor Swift, que los citaba en “Guilty As Sin?” el año pasado.


5. Pequeñas grandes pelis

En los dos vídeos de “Man’s Best Friend” lanzados hasta la fecha, Carpenter sigue cimentando su estatus de sex symbol irónico a la vez que aprovecha para recordarnos que también es actriz. Son ambos minipelis en toda regla. “Siempre pienso sobre la vida y mi música como si fuera una peli”, decía a Rolling Stone. “Pero nunca me he sentido tanto como la protagonista de una peli iniciática como cuando escuché la canción [“Manchild”], y así es cómo quería que se sintiera el vídeo”. Los directores Vania Heymann y Gal Muggia se visten de los Coen de “Arizona Baby” para seguir a la artista en un excéntrico road trip.

Por otro lado, “The Rocky Horror Picture Show” es referencia clarísima del vídeo de “Tears”, que empieza un poco en plan “Crash” de Cronenberg, pero es sobre todo un festival camp con Colman Domingo como nuevo Dr. Frank-N-Furter (Tim Curry) y Carpenter como sosias de Janet Weiss (Susan Sarandon), paseos en lencería incluidos. La estocada final es una injusta muerte por taconazo que funcionaría muy bien en sesión golfa.



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