Taylor Swift

Taylor Swift comienza la era ‘Showgirl’

“The Life of a Showgirl” es una declaración de continuidad y reinvención, una afirmación de que, incluso tras dos décadas de dominio, aún puede dominar la conversación.

| Por Álvaro García Montoliu

Con “The Life of a Showgirl”, el duodécimo álbum de estudio de Taylor Swift, que verá la luz el 3 de octubre, la estrella más grande del planeta se dispone a girar otra esquina en una carrera ya caleidoscópica. Mitad confesión, mitad espectáculo, el disco promete fusionar la intimidad de su escritura diarística con el deslumbrante maximalismo del pop de estadios.

¿Qué sabemos hasta ahora? Mucho, y sin embargo, como ocurre siempre con Swift, lo no dicho puede importar todavía más. El concepto central del álbum nace de sus años en carretera con el “Eras Tour”, la primera gira en la historia que superó los mil millones de dólares, un periplo que convirtió a Swift en una figura casi mítica. Ella describe las canciones como hijas de ese carnaval de adoración y agotamiento, compuestas en habitaciones de hotel y estudios repartidos por Europa. El estado de ánimo que promete: “alegremente contagioso, salvaje, dramático”.

Para los fans de largo recorrido, el regreso de Max Martin y Shellback –el dúo sueco detrás de los ganchos cristalinos de “1989” (2014) y los beats cromados de “Reputation” (2017)– señala un viraje de vuelta al pop más puro. La lista de temas es concisa: doce canciones, una por cada álbum de su carrera, sin discos extra ni lanzamientos sorpresa esta vez. “Este es el disco que llevaba mucho tiempo queriendo hacer”, asegura Swift. Esa disciplina (doce canciones, sin relleno) contrasta radicalmente con “The Tortured Poets Department”, su extenso confesionario de 31 pistas en 2024. Si aquel era expansivo, sombrío y quizá excesivo, “Showgirl” se presenta afilado, ligero y luminoso.


Todo apunta a fuegos artificiales. Está el dúo con Sabrina Carpenter en el tema titular, un diálogo intergeneracional entre dos avatares de la feminidad pop. Está la elección sorprendente de versionar “Father Figure” de George Michael, que puede situar a Swift no solo como discípula sino también como heredera de su grandeza emotiva. Y está la sombra de Travis Kelce: el primer álbum que Swift escribe mientras vive abiertamente una relación que no teme mitologizar en tiempo real. Su afirmación de que “cada canción está en este disco por cientos de razones” sugiere una arquitectura meticulosa, una caja de rompecabezas diseñada tanto para ser descifrada como para ser bailada.

Pero en 2025, Swift nunca es solo canciones. El lanzamiento de “The Life of a Showgirl” demuestra una vez más cómo ha convertido el marketing en arte. Las “nueve vidas” del vinilo, con múltiples ediciones de portadas, colores y hasta poemas inéditos, llevan la escasez y el culto fan a su lógica máxima. Los swifties ya saben que hay que correr: la mayoría de estas variantes desaparecen en cuestión de horas, desatando frenesí online y precios inflados en la reventa.

Incluso antes de salir, “Showgirl” ya rompe récords. El 3 de agosto, Spotify anunció que se había convertido en el álbum más pre-guardado de la historia de la plataforma, una hazaña casi absurda considerando que fuera del círculo íntimo de Swift nadie ha escuchado aún una canción completa. La playlist asociada, “And, baby, that’s show business for you”, ha acumulado ya cientos de miles de reproducciones, mientras los fans revisitan la obra de Martin y Shellback a modo de preparación.

Y como si todo estuviera coreografiado, Swift lanzó otra bomba, esta vez no ligada al mercado pero igualmente sísmica: su compromiso con el jugador de la NFL Travis Kelce, anunciado con un guiño en Instagram (“Tu profesora de inglés y tu profesor de gimnasia se van a casar”). Las imágenes parecían guionizadas para la viralidad. En cuestión de horas, la publicación superó los 13 millones de “me gusta” y recibió felicitaciones de celebridades y políticos, incluido Donald Trump con su peculiar bendición.

Es tentador leer el compromiso como una extensión del propio tema de “Showgirl”: amor y espectáculo, intimidad puesta en escena en la plataforma más grande posible. Swift siempre se ha escrito en sus canciones como protagonista y mito, y ahora su vida personal –el romance, la promesa de estabilidad– se entreteje en esa narrativa con una audacia inédita. Para sus fans, es otra lente más a través de la cual descifrar las letras de “Showgirl”. ¿Será Kelce la musa, el coprotagonista, la figura de arraigo en medio del torbellino de la fama?

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